Bin Salman, el posible nuevo dueño del Manchester United que tiene un Da Vinci
El príncipe heredero de Arabia Saudí ha comprado en los últimos años el cuadro, la casa y el yate más caros del mundo.
En los últimos días no suena otro nombre en la prensa deportiva inglesa que no sea el de Mohammad bin Salman. El futuro rey de Arabia Saudí podría ser mucho antes de su destino dinástico el propietario del Manchester United, tal y como aseguran los medios británicos.
La posible adquisición de los diablos rojos pasaría a ser una de las compras más llamativas del panorama de la Premier League, ya acostumbra a desembolsos de este tipo. Lo mismo sucedería para bin Salman, un hombre de negocios y política acostumbrado a pagar lo que haga falta por lo que quiere.
Tal y como informa el diario The Sun, el príncipe heredero de Arabia Saudí tiene entre sus adquisiciones el Salvator Mundi, un cuadro de Leonardo Da Vinci que fue subastado en 2017 por Christie's en Nueva York por más de 450 millones de dólares. La pintura más cara jamás vendida. Desde entonces, el Salvator Mundo luce en las paredes del Louvre de Abud Dabi, en el que se ha convertido en la pieza estrella para un museo que recibe colecciones del Louvre de París como parte de un acuerdo que ascendió a los más de 700 millones de dólares.
A sus 33 años, bin Salman no solo se ha gastado el dinero en arte; también ha hecho de la compra un arte. Además de sus excelentes relaciones con Donald Trump y Vladimir Putin en cuanto a la política internacional por la que en muchas ocasiones representa a su padre, es conocido también por haber comprado Château Louis XIV, considerada la casa más cara del mundo. Lo hizo dos años antes de comprar el Da Vinci.
Un castillo y el más grande de los yates
El castillo cuenta con 7.000 metros cuadrados de los cuales 5.000 son espacio habitable. Château Louis XIV cuenta con 10 dormitorios, varias piscinas y hasta un foso que está rodeado por un exclusivo acuario. La impresionante mansión fue construida entre 2008 y 2011 siguiendo métodos tradicionales de construcción encargados por el promotor saudí Emad Khashoggi, que guarda relación directa con la familia saudí y que facilitó la compra del castillo situado en Louveciennes por bin Salman.
Ese mismo año, bin Salman también hizo un importante desembolso: el de Serene, uno de los yates más lujosos del planeta. El saudí pagó 430 millones de euros al empresario ruso Yuri Scheffler, que había encargado fabricar el yate por 280 millones de euros cuatro años antes. Serene cuenta con todos los lujos y es considerado una de las grandes obras de la ingeniería náutica de las últimas décadas que cuenta con más de 130 metros de largo.