Javi Calleja tiene fe en Iborra y pánico a Pablo Sarabia
Duelo de resucitados en Europa y estresados en LaLiga (18:30, beIN Sports). Amadou entrará por la baja de Banega, sancionado.
Villarreal y Sevilla se centran de nuevo en la Liga tras el sanador regusto que les dejó la Europa League. Más les vale. Si el equipo de Calleja anda angustiado, penúltimo en la tabla, el de Machín parece atascado, con dos pinchazos seguidos ante Celta y Eibar que se sumaron a la decepcionante noche del Camp Nou (sigue el partido en directo en As.com).
Sin embargo, pese a que ambos se juegan sus opuestos objetivos, sus entrenadores encararon de diferente forma la semana. Calleja dejó en capilla el pasado jueves en Lisboa a muchos de sus pilares. Para él, esto es una final. No le queda tiempo para ajustar las matemáticas a las sensaciones. Machín, por el contrario, puso a su once de gala en Roma. Europa siempre es un deber, aunque el cansancio es una peligrosa amenaza.
Si para alguien es especial este partido, ése es Iborra. Se fue del campeonato como un ídolo en el Sevilla, con el que ganó títulos y caché y ha regresado como si fuera un bulto sospechoso en el Villarreal. Su posición, por delante de la defensa, no le ha aportado novedades a su equipo. Sólo llega a balón parado. Junto a él regresará Cazorla. Y eso alivia dentro del estabilizado 3-5-2, donde se busca más que nada cerrar las grietas, agruparse ante los vientos huracanados y rezarle a Gerard para que reaccione. Ese sistema precisamente es el que el Sevilla patentó. En él entrará Amadou por la baja de Banega, sancionado. Para Ben Yedder y André Silva quedará la labor de examinar a sus tres guardianes. Sin embargo, al que más respeto tiene el Villarreal es a Sarabia. Roig lo quiso varias veces y, cuando ya lo tenía atado, acabó decantándose por Cheryshev, verdugo hace nada. Teme que esta operación también la cargue el diablo.