La Alcaldía de Río de Janeiro ordenó el "cierre inmediato" este jueves el centro de entrenamiento del Vasco da Gama, que por su parte se comprometió a cumplir las obras de adecuación exigidas para su reapertura.
La decisión de la Alcaldía se dio en cumplimiento de inspecciones a centros deportivos a raíz del incendio de la semana pasada en un alojamiento de las categorías de base del Flamengo, en el que diez adolescentes murieron y tres resultaron heridos.
Además del Vasco da Gama, la Policía brasileña cerró la víspera un alojamiento del club Botafogo, también de Río de Janeiro, y, un día antes, uno del equipo del Palmeiras de Sao Paulo.
El Vasco da Gama aclaró que el centro de entrenamiento que ha sido cerrado no cuenta con alojamientos.
"El club acata la decisión de la Alcaldía y se compromete a atender las adecuaciones necesarias para la reapertura del centro de entrenamiento en el menor tiempo posible", destacó el Vasco.
El club dijo que la Alcaldía debió haber "concedido un plazo mínimo" para que se realizasen las "adecuaciones referentes a las demandas" exigidas, "sin la necesidad de impedir el paso al local".
En una nota, Botafogo dijo que los alojamientos "solamente son utilizados en casos especiales de jugadores fuera del estado" de Río "o en vulnerabilidad social", si bien reconoció que es necesario "actualizar la documentación" de la unidad cerrada el miércoles.
El Palmeiras indicó que seguirá "las instrucciones de los órganos pertinentes" y sus "respectivas orientaciones técnicas de adecuaciones".
La Justicia de Río de Janeiro prohibió que niños y adolescentes se ejerciten, por el momento, en el 'Ninho do Urubu', bajo amenaza de multa de 10 millones de reales (unos 2,6 millones de dólares) en caso de que no se cumpla tal decisión.