Isco: 101 días que han cambiado su vida en el Real Madrid
El malagueño vuelve al Camp Nou, donde lució por última vez su rango de titular. Aquel 5-1 del último Clásico se llevó por delante a Lopetegui y cambió su vida...
Cómo le ha cambiado la vida a Isco (26 años) desde el último Clásico. Hasta aquel 28 de octubre de 2018, jugaba con rango de capitán general en el Madrid de Lopetegui. Para el vasco, el equipo era Isco y diez más. Tanto que anticipó el regreso del malagueño (20 de octubre ante el Levante) tras una operación de apendicitis aguda para poder jugar en el Camp Nou. Después de ese encuentro, Isco perdió todas las estrellas del pecho. El 5-1 se llevó por delante a Lopetegui, ‘ascendió’ a Solari (primero de manera interina; después con un contrato hasta 2021) y la situación se le complicó. 101 días después de ser la esperanza de Lopetegui en el último Clásico, Isco vuelve al Camp Nou como elemento residual para el argentino. Está incluido en la lista de 21 jugadores pero el técnico tiene que hacer tres descartes y el de Arroyo de la Miel corre peligro...
Solari se mostró inflexible con el malagueño después de que nada más aterrizar en el banquillo blanco se sintiera menospreciado por su actitud. No le convocó en su primer partido, contra el Melilla en Copa. Aquel descarte fue interpretado como un descanso con vistas el encuentro contra el Valladolid ya que tampoco fueron incluidos en la lista Modric, Kroos y Bale. Pero los tres últimos sí fueron titulares en el José Zorrilla. No así Isco, que sólo disputó 34 minutos. En los dos siguientes partidos, su realidad no mejoró. Frente al Viktoria Plzen fue suplente y sumó 17 minutos; contra el Celta ni siquiera jugó. Fue un anuncio de lo que acabaría siendo si temporada…
Más allá de que Isco no es del gusto de Solari (y de que el sistema juega en su contra), el divorcio entre ambos es patente. Y va más allá de lo futbolístico. El primer conflicto serio entre ambos sucedió en Ipurua. Extrañó que el malagueño fuera suplente y saliera con 3-0 en el marcador (en el 63'). Después trascendió que en el autobús el jugador tuvo un mal gesto con el entrenador. Ante el Roma, en el siguiente partido, Solari escenificó la ruptura dejándole en la grada. Desde entonces la relación ha sido nula. Esa frialdad se plasmó en Butarque, cuando el argentino sustituyó a Isco en el 68’ y ni se miraron. Desde entonces, el Madrid disputó cinco partidos y el malagueño sólo jugó 37 minutos. En el último encuentro, contra el Alavés, Solari le metió en el campo en el 87’, algo que el jugador entendió como una humillación. Al acabar el partido, se marchó con un enfado monumental, negando incluso el saludo a Chendo (un día después, en sus redes sociales, Isco le quitó importancia al incidente: “Fue una broma”).
En total, Solari sólo le alineó en el once en tres de 23 encuentros y esos tres partidos eran intrascendentes: la vuelta de dieciseisavos de Copa ante el Melilla, en el Bernabéu, tras el 0-4 de la ida; contra el CSKA en Champions con el equipo ya clasificado como primero de grupo (el Madrid cayó 0-3 y el malagueño acabó encarándose con la grada) y en la vuelta de octavos de Copa contra el Leganés (3-0 en la ida). La estadística es contundente: es el jugador número 21 en minutos con Solari (514 minutos, el 24,8%) mientras que con Lopetegui fue titular en ocho de los 10 partidos en los que estuvo disponible (sumó jugó 647’, el 71,8%)… Una caída que comenzó tras el 5-1 del Camp Nou, hace 101 días…