Vidal-Boateng: los bad boys apuntan al banquillo
El chileno, autor del 5-1 en el último Clásico, tiene cuentas pendientes con el Madrid. El alemán, que en su día deslizó simpatía por los blancos, sueña ahora con marcar en el Bernabéu.
Además de a Suárez, el Barça ha fichado en los últimos meses dos guardaespaldas de Messi cuyo perfil responde a la perfección al término bad boy que, en deporte, transporta a los Pistons, esos chicos malos encabezados por Bill Laimbeer que, por poner un ejemplo, cuando fueron destronados por Jordan en 1991 se marcharon sin saludar al rival.
Vidal y Boateng son dos ‘malotes’ con una relación especial con el Madrid. Nada más llegar a Barcelona, el chileno dijo: “Con el VAR, el Bayern tendría dos Champions más y el Madrid, dos menos”. Vidal no ha podido olvidar su expulsión en la vuelta de los cuartos de final de la Champions de 2017 en el Bernabéu, cuando Kassai le expulsó por una acción discutida con Asensio. Ese día, el Bayern pidió la expulsión de Casemiro. Vidal también cogió un sensible enfado con el penalti en los últimos minutos de los cuartos del año pasado que clasificó al Madrid ante la Juventus (1-3) cuando el partido ya estaba en las puertas de la prórroga. Desde la grada del Allianz Arena, Vidal estaba viendo a la vez el Bayern-Sevilla y el Madrid-Juventus. Su gesto lo dijo todo. Llegado al. Barça “para ganar tres Champions en tres años”, Vidal ya se tomó su primera mini-revancha con el 5-1 en el Clásico. Ahora quiere más.
El caso de Kevin Prince Boateng en distinto. Nunca tuvo problema para admitir cierta simpatía por el Madrid (“siempre me gustó el color blanco”)…, hasta que, obviamente, firmó por el Barça. Antes de coger el vuelo que le iba a traer desde la provincia de Módena, donde se había despedido del Sassuolo, a la Ciudad Condal, lo primero que dijo es que esperaba jugar el Clásico y marcar en el Bernabéu. No sabía que, en vez de una, iba a tener tres oportunidades para hacerlo si es que tiene minutos.
Vidal y Boateng apuntan al banquillo este miércoles pero los dos podrían tener minutos en el transcurso del encuentro. Sea para revolucionar el juego, actuar de revulsivo o meterle algo de físico e intensidad si el Barça se cae, no son un mal plan. Otra cosa es que su perfil esté alejado de los centrocampistas que gozan del favor de los más puristas como Arthut o el futurible De Jong. El perfil de Vidal es un complemento. El de Boateng, de parche por seis meses. Ese carisma, sin embargo, también ha tenido cierto tirón en el Camp Nou. Hacerle un gol al Madrid, además, te sube al pedestal del barcelonismo.