Ni un resultado en casa este curso le clasifica para las semis
El Real Madrid le venció 4-2 en el encuentro de ida; en Montilivi solo ha ganado tres duelos entre Liga y Copa.
En Girona no descartan, al menos de puerta hacia fuera del vestuario, la Copa del Rey, pero nadie esconde que no es una prioridad. El partido clave esta semana es el del domingo ante el Eibar en Ipurua y más cuando el equipo no ha ganado todavía en lo que se lleva de 2019 (siete encuentros: cuatro empates y tres derrotas). Todos los esfuerzos estarán depositados en enderezar el rumbo en Liga y en no seguir perdiendo el colchón de puntos respecto al descenso, que ahora lo tienen a solo tres puntos de distancia tras el triunfo del Rayo Vallecano el pasado lunes contra el Alavés.
La lucha por seguir en Primera una temporada más será encarnizada, pero lo cierto es que el Girona está dejando de sumar victorias en un momento muy complicado. Tal es así, que en solo siete jornadas de Liga ha perdido siete puntos respecto a los tres últimos equipos clasificados. En el cuerpo técnico les cuesta encontrar una explicación a la actual situación, pero no hay tiempo para detenerse. Este jueves reciben al Real Madrid y tocará volver a competir.
La afición está ilusionada con el encuentro en Montilivi, pero lo cierto es que las estadísticas no permiten ser excesivamente optimistas. Y se constata en que al conjunto de Eusebio Sacristán no le sirve ninguno de los resultados que ha obtenido en casa este curso. El 4-2 les obliga a hacer, como mínimo, dos goles y esta campaña tan solo lo ha logrado en Montilivi ante Celta (3-2), Eibar (2-3), Rayo (2-1) y Alavés (2-1 en Copa). Ninguno le serviría porque debería dejar su meto a cero y esto es algo que se le está resistiendo en los últimos duelos. Y hay más porque en casa tampoco están saliendo las cosas excesivamente bien porque este curso solo han firmado tres victorias. La misión se antoja complicada, pero no imposible para un grupo acostumbrado a hacer historia.
