Setién ha convocado para el Espanyol-Betis a Édgar, canterano perico hasta hace seis meses, central y de la quinta de Lluís López, e hijo del carismático Lluís González.
En plena plaga de lesiones por parte de los centrales del Espanyol, acude a Cornellà un jugador que hasta hace casi nada militaba en la cantera blanquiazul, y que se desenvuelve en el eje de la zaga, igual que Lluís López, a cuya quinta pertenece. Se trata de Édgar González, convocado por Quique Setién ante la baja del también experico Sidnei Rechel.
Curiosa es la historia de Édgar, pues se desvinculó del Espanyol el pasado mes de julio, hace apenas medio año, para jugar en el filial de un Betis con el que ya ha debutado en la Copa del Rey. Concretamente, lo hizo el pasado 11 de noviembre en el partido de ida de los dieciseisavos, a domicilio ante el Racing de Santander, en el que disputó los 90 minutos. No menos llamativo es que ya antes hubiera jugado en la competición del KO, en dos ocasiones en 2016 con el Cornellà. No en vano, y pese a ser jugador de la cantera blanquiazul, durante dos temporadas actuó cedido en el equipo del Baix Llobregat, en el que ya había dado sus primeros pasos, y cuyo campo se sitúa a escasos metros de Cornellà, donde ahora debutará.
Pero si singulares son los datos anteriores, más lo es su procedencia. El gen perico de Édgar le viene de casta, ya que su padre es Lluís González, el carismático delantero al que la grada de Sarrià coreaba bajo el grito de “¡Lluís, Lluís!” y que jugó en el primer equipo del Espanyol entre 1991 y 1995, previo paso por el entonces filial, L’Hospitalet. Su hijo ha seguido sus pasos futbolísticos, aunque en el otro extremo del campo y, por ahora, en la otra punta del país.
