Fichar, el calmante para un Espanyol enfermo
Pese al derrumbe de resultados y juego, Rubi por ahora no peligra. La prioridad del Espanyol es un mediocentro defensivo. Los rivales han desactivado el plan inicial.
Quedan muy lejos los tiempos en que acababa un partido del Espanyol y los aficionados se lamentaban por haber perdido la oportunidad de acceder al liderato de LaLiga. No es que haya pasado mucho de aquello, ni siquiera tres meses. Pero los resultados y ahora también el juego indican que dista un abismo de aquel equipo capaz de todo con Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ al mando. Mismo entrenador, misma plantilla, pero depresión donde antes había ilusión. Y la puntilla la puso, el lunes, un Eibar inclemente con los rivales dubitativos en Ipurua. El 3-0 hace mucho daño.
Ahora mismo, el cargo del entrenador no peligra, y menos en vísperas de dos partidos ante rivales complicados en lo que resta de semana. Mañana, el vistoso Betis de Quique Setién en la Copa del Rey. El domingo, el imprevisible Real Madrid de Santiago Solari. Y ambos, además, en Cornellà, lo que puede suponer un arma de doble filo: apoyo o más presión si las cosas no marchan bien. En el encuentro ante los blancos ya estará presente Chen Yansheng. La comparecencia del presidente no es sinónimo de nada en lo que al banquillo se refiere, ya que a Quique Sánchez Flores sin ir más lejos lo destituyó el pasado mes de abril desde China, pero si en lo que guarda relación con el mercado.
Durante la estancia de Chen, el Espanyol debe firmar al menos a un fichaje, sino dos, siendo la de mediocentro defensivo la prioridad ahora mismo. Y, en segundo lugar, un atacante, preferiblemente extremo, que se persigue desde el verano. Como avanzó ‘Esports Cope’, el club cuenta desde esta semana con un margen de 2,5 millones en su masa salarial gracias a que ha activado ahora el traspaso de Aarón Martín al Mainz alemán.
Y esa es la cantidad que la dirección deportiva dispone para pagar un eventual traspaso (o cesión) más salario y amortización del fichaje correspondiente a lo que resta de temporada. Y todo ello, cruzando los dedos por que no llegue una irresistible oferta por alguno de los jugadores más determinantes.
Números de descenso
Uno de los factores que han llevado al derrumbe del equipo es, de hecho, la excesiva dependencia en esos dos o tres futbolistas clave, quienes han contagiado al juego y los resultados a la que han bajado su nivel, como es normal a lo largo de una temporada. También se han sumado muchas lesiones en poco tiempo.
Pero lo que preocupa son los números de candidato firme al descenso en los dos últimos meses y medio: ocho derrotas en nueve partidos, con 22 goles recibidos. Vuelve el Espanyol a su estigma de toda la vida, una defensa vulnerable que a la que van mal dadas sucumbe. Y a ello se añaden un mediocampo que fue santo y seña del sensacional inicio liguero, y que ahora se ha difuminado, y un ataque demasiado encomendado a Borja Iglesias: todo se tambaleará si sufre un resfriado.
Los rivales lo han visto, y han desmontado la idea de Rubi ya sea con la presión sobre Marc Roca o sencillamente con centros laterales. Y no es que no haya plan B, es que cuando se ha incurrido en él (en el derbi y ante el Eibar), ha desconcertado a la plantilla. Necesita el Espanyol al menos un calmante: fichar es el más accesible.
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