El 'punch' de Jorge Molina noquea al Valencia
El delantero salió en el minuto 69 y marcó el 1-0 definitivo en el 77'. El Valencia no tiró entre los tres palos. Muchas faltas y tarjetas. El veredicto final, en Mestalla.
La afición del Getafe está dividida por sus deseos: mientras unos gritan cada partido ¡Molina, Selección! Otros reclaman que el estadio pase a llamarse ya Coliseum Jorge Molina. Y Molina, venga a darles razón. Si no es por él, el resultado era un 0-0 de libro. El delantero salió en el 69’, hizo lo que pocos saben hacer en menos de un metro dentro el área, y marcó. El veredicto final será en Mestalla, pero la ventaja inicial la lleva el Getafe. ¿El Valencia? Su único disparo entre los tres palos fue en el minuto 80 del joven surcoreano Kang-In.
Las alineaciones decían que se lo tomó más en serio Bordalás que Marcelino. Cambiando el portero, el once inicial del Getafe bien podría haber jugado en Liga el pasado domingo o hacerlo al siguiente. En el Valencia faltaban los galones de Gayá y Rodrigo, más los lesionados Guedes, Kondogbia y Coquelin. Por el contrario, para un partido macho como éste desconcertaba la presencia juvenil de Ferran (18 años) y Kang-In (17 años).
Pero una cosa es lo que parece sobre el papel y otra lo que sucede sobre el césped. Mandaba el Valencia. Tenía más iniciativa, y alternativas, pues lo mismo avanzaba en bloque tocando que enviaba un balón en largo a la espalda de la defensa azulona. Cuando la defensa del Getafe recuperaba, buscaba a Molina con pases largos, pero Molina no estaba y Ángel y Mata no son igual de efectivos en esa labor de brega, recepción y custodia del balón estando de espaldas a portería.
Al primer cuarto de hora, 0-0. Los mismos dígitos servían para contar los remates a puerta de cada equipo. El primer atrevido en buscar el gol fue el novato Kang-In, que se quitó de encima a Damián con una bicicleta y disparó alto. Kang In, el joven surcoreano que juega en el Mestalla y que hace unos días se convirtió en el extranjero más joven en debutar con el Valencia, con 17 años y 327 días.
El Getafe entendió entonces que, cuando se quiere algo, lo mejor es ir a buscarlo. El arma elegida fue Ángel. Tras un minuto de agobio continuado, el Getafe al fin consumó una jugada, un cabezazo de Ángel que Jaume sacó a contrapié. No era fácil.
Insistió Ángel y, en el 41, protagonizando una contra, quiso sorprender a Jaume colando su cañonazo por el primer palo, pero el meta taponó bien su espacio natural. En el 44’, de nuevo Ángel y otra vez Jaume, esta vez de tiro raso. La movilidad de Ángel dañaba, y al descanso se llegó con el balance de ningún tiro entre los tres palos del Valencia y tres del Getafe, todos del delantero tinerfeño.
Mal lo estaba viendo Marcelino porque en el descanso decidió dar entrada a Rodrigo, su arma más letal. Tanto uno como otro tenían interiorizado la importancia de no encajar un gol en el primer partido y, cuidando sus miedos, Getafe y Valencia le pusieron morfina al partido. Faltas, interrupciones, amagos de tangana… las ocho tarjetas fueron en la segunda mitad.
Nada pasaba hasta que pasó todo, cuando Bordalás se jugó la baza del mejor comodín posible, sacar al mejor. Salió Molina y decidió. En la primera que tuvo.
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