La defensa y la media sostienen con sus goles al Real Madrid
Ambas líneas acumulan 27 goles, el 42,2% de los marcados por los blancos; hace un año eran casi los mismos (25), pero representaban sólo el 32,9. El ataque pasa de 51 a 34.
El Real Madrid salvó su partido ante el Sevilla en el Bernabéu (2-0) gracias a la línea medular, que aportó los dos tantos blancos: primero anotó Casemiro, luego Modric. El croata lleva ya tres goles este curso, el brasileño dos. Junto a Kroos (uno), Isco (cuatro), Ceballos (dos) y Llorente (uno) acumulan, entre todos, 13 de los 64 goles que lleva el Madrid anotados (61 por sus jugadores, tres en propia puerta). A esos cabe sumar los 14 que llevan marcados los jugadores de la defensa: Varane (uno), Ramos (siete), Marcelo (tres), Carvajal (uno), Odriozola (uno) y Javi Sánchez (uno). Entre ambas líneas han anotado 27 de los 64 goles blancos, el 42,2% del total, mientras que los delanteros (34 goles) hicieron el 55,7%.
Un aumento significativo de la participación de las dos líneas en materia goleadora, y eso que los medios han caído respecto al curso pasado: hace un año, los centrocampistas llevaban anotados 17 goles, cuatro más que ahora, aunque el porcentaje de participación era casi idéntico: 22,4%. Es la defensa la línea que ha dado un claro paso adelante, con seis goles más que hace un año (ocho, el 10,5%). El nuevo rol de Ramos como primer lanzador de penaltis y de faltas tiene una clara influencia en este fenómeno. Entre ambas líneas, sumaban hace un año 25 goles que representaban el 32,9%, un 9,3% menos que ahora.
Y es que el descalabro viene en el ataque: los delanteros suman este curso 34 goles; hace un año eran 51, con Cristiano (20) a la cabeza. El máximo artillero este año es Benzema, con poco más de la mitad que el portugués: 12. La dependencia de los goles de los atacantes el curso pasado era muy superior (67,1%, un 11,4% más), pero también lo era la cifra total de goles: 76 goles obra de jugadores del Madrid en la 2017-18, 61 en la 2018-19; un descenso goleador del 19,7% del que son responsables, en su gran mayoría, los delanteros.