El Deportivo cierra la primera vuelta en plena crisis
Tras un inmaculado comienzo de Liga pleno de fiabilidad y pegada, el Depor lleva un mes y medio cuesta abajo. El bache ya es crisis.
El Deportivo cierra la primera vuelta con sus opciones de ascenso intactas, pero con muy malas sensaciones después de un último mes y medio en el que ha perdido todo el crédito ganado en las primeras jornadas. Apenas queda nada del temible equipo que arrasaba en Riazor a base de goles y buen juego. La crisis es real y el conjunto coruñés cae hasta el cuarto puesto. Estas son las claves de la cuesta abajo:
Sequía goleadora. El síntoma más evidente del bajón del equipo es la desaparición de la pegada, su mejor virtud desde el inicio de temporada. Los blanquiazules, que nunca habían estado dos partidos sin marcar, suman ahora tres consecutivos sin ver puerta y acumulan ya 314 minutos de sequía. Con todo, el Deportivo es todavía el equipo más goleador con 31 tantos. Le sigue el Albacete con 30, precisamente el próximo rival.
Sin fluidez. El conjunto herculino sigue dominando la posesión en los partidos. Lo hizo en Cádiz, ante el Lugo de forma abrumadora y en Mallorca tuvo el balón el 63% del encuentro. Lo que antes le servía para madurar los partidos y someter a los rivales, ahora se ha convertido en juego horizontal, escasa profundidad y muy poca fluidez y sorpresa. El balón parado, el otro arma habitual en días atascados, también ha bajado sus prestaciones, aunque la última victoria frente al Zaragoza (3-1) se consiguió gracias a dos faltas y un penalti.
Seis puntos de 18. Casi desde el inicio de Liga el Depor se convirtió en un reloj suizo abonado a la media inglesa (victoria en casa y empate fuera). 15 puntos en los primeros ocho partidos, 16 en los ocho siguientes. La cuesta abajo arrancó después de derrotar a Osasuna (2-0) en la jornada 15ª. En los últimos seis encuentros los coruñeses sólo han sumado seis puntos con una sola victoria en el camino frente al Zaragoza.
Bajón individual. La baja forma continuada de varios jugadores es otro factor que ha transformado el bache en crisis. En el centro del campo el más llamativo es Vicente, que ha pasado de faro del equipo a un nivel gris. Bergantiños también ha ido a menos y el que estaba más en forma, Expósito, fue suplente en Son Moix. Arriba el nombre propio es Quique. En sus primeros nueve partidos, nueve goles; en los últimos nueve, uno. David Simón también ha ido a menos, las lesiones han lastrado a Fede Cartabia, mientras que Krohn-Dehli y Carles Gil no arrancan. Los más regulares están atrás: Dani Giménez, Domingos y Pablo Marí.
Mal fuera. El gran agujero negro está a domicilio. Las tres derrotas que lleva sido lejos de A Coruña, y todas justas. Primero fue Alcorcón, y ahora las dos últimas salidas han terminado de mala manera. En Cádiz se cerró 2018 con la mayor goleada del curso (3-0). En Son Moix este domingo fue un solitario tanto de Lago Júnior, pero pudieron ser más. En sus once partidos fuera los de Natxo sólo ganaron con solvencia en Tarragona al Nàstic (1-3). Fue la última victoria a domicilio, y ocurrió el 30 de septiembre. En Riazor el equipo está invicto y suma 24 de sus 36 puntos, pero ha empatado dos de los últimos tres encuentros (Numancia y Lugo).
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