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REAL ZARAGOZA

El Zaragoza quiere anunciar a Dorado antes de final de año

El veterano central ultima su rescisión de contrato con el Rayo para convertirse en el segundo refuerzo invernal del equipo aragonés.

Zaragoza
Chechu Dorado.
Emilio CobosDIARIO AS

Chechu Dorado, de 36 años, será el segundo refuerzo invernal del Real Zaragoza, después de Guitián, fichado dentro de un plazo extraordinario como recambio del lesionado Grippo. La operación está ya totalmente armada entre el director deportivo Lalo Arantegui, el veterano defensa central, con pasado en el filial zaragocista, y el Rayo Vallecano, club con el que Dorado tiene contrato hasta el 30 de junio de 2019, y se espera resolver antes de final de año, con la intención de que el futbolista pueda tomar parte ya en el entrenamiento del próximo sábado, día en el que el equipo de Víctor Fernández regresará al trabajo tras el parón navideño.

José Antonio Dorado Ramírez (Córdoba, 1982) es un central zurdo, de 1,82 metros de estatura, con notable salida de balón y que brilla en la anticipación, que se forjó en los juveniles del Real Zaragoza, tuvo una larga etapa por el Real Zaragoza B (2000-04) y luego fue pasando con éxito por el Lleida, el Huesca, el Betis, el Villarreal y el Rayo Vallecano, con el que cumple su segunda campaña y apenas ha tenido minutos.

Paralelamente a la llegada de Dorado, el Real Zaragoza quiere dar salida en la primera semana de 2019 a sus cuatro transferibles: Medina, Buff, Raí y Perone. Y es que necesita liberar masa salarial para acometer las incorporaciones de Dorado y también la del delantero centro Linares, que ya le ha expresado al Reus su deseos de rescindir su contrato para jugar en La Romareda.

El futuro del colombiano Jeison Medina, a préstamo hasta final de temporada, está en el fútbol de su país, mientras que al suizo Buff, con contrato hasta el próximo 30 de junio de 2019, se le rescindirá directamente el contrato, tras haber rechazado ofertas de Qatar y de la India. Por su parte, el brasileño Raí, con contrato hasta 2021, puede acabar cedido en un equipo de Segunda B, y a Perone se le planteará también la rescisión de su vinculación.

Y queda también pendiente la salida de Toquero, con una lesión irreversible para la práctica del fútbol.