REAL ZARAGOZA 2 - EXTREMADURA 1
Víctor devuelve el orgullo y la victoria al Zaragoza
Remontada espléndida con un Pombo en plan estelar. El equipo aragonés volvió a ganar en casa cuatro meses después y sale del descenso.
Llegar y besar el santo. En apenas cuatro días, Víctor Fernández le ha devuelto la ilusión, el orgullo y la victoria al Real Zaragoza, un equipo renacido que ha obsequiado a su sufrida parroquia con el mejor partido de los últimos años. El resultado final, producto de una remontada firmada por Pombo y Papu, no refleja ni de lejos lo que ha sucedido en La Romareda. Y es que el Zaragoza resolvió esta primera final por la permanencia con un fútbol grande, con el fútbol que siempre ha emocionado a este estadio, con el fútbol que algunos le negaban a este equipo.
El Zaragoza volvió a ganar en casa cuatro meses después y va a despedir el año fuera de las posiciones de descenso, todo lo contrario que el Extremadura, que vuelve a cruzar la frontera de la Segunda B. Era un partido absolutamente fundamental y el Zaragoza lo sacó adelante con una enorme autoridad.
Como había anunciado, Víctor le dio la vuelta al Zaragoza como a un calcetín. Ordenó a su equipo en un 4-4-2 en rombo e introdujo hasta cinco cambios en la alineación, con Zapater como lateral derecho y Pombo como enganche. Otro Zaragoza de arriba abajo. Un Zaragoza valiente y con iniciativa, alejadísimo del defensivo y depresivo de Lucas Alcaraz.
El Zaragoza le metió desde el principio un ritmo muy alto al partido y tardó muy poco en amenazar la portería del Extremadura, con un disparo al palo de Marc Gual en el minuto 6. El equipo aragonés fue creciendo y soltándose hasta producir más fútbol y ocasiones que en los cuatro meses anteriores del campeonato. Pero Marc Gual, activísimo, lo hizo todo bien menos la finalización. Dispuso de hasta cuatro oportunidades muy claras, pero pecó de individualismo y le faltó acierto en la resolución final.
El Extremadura resistía a duras penas la ofensiva del Zaragoza, sin cruzar apenas la divisoria central, pero encontró premio en el minuto 37 en un contragolpe que se comió Zapater. El capitán pudo enmendarse a un minuto del descanso, pero su disparo lo sacó un defensa bajo palos.
El Zaragoza de Víctor ofreció el mejor primer tiempo en muchos años, pero se fue al descanso con un gol en contra. Un resultado injustísimo, pero que esta vez ni le desarticuló ni le desanimó. El equipo aragonés volvió como un cohete y liderado por un Pombo imperial se hizo con el mando y le pasó literalmente por encima al Extremadura. Tanto fue el cántaro a la fuente que Pombo, en noche primorosa, logró empatar en el minuto 57. Inmediatamente, Víctor prescindió de Zapater para dar entrada a Delmás en el lateral y el Zaragoza pudo darle de paso otra dimensión a su banda derecha.
A 25 minutos del final y con todo por decidir, el que salió fue Papu, tres meses después de su extrañísima lesión de tobillo. Y el georgiano, otro de los jugadores que van a crecer con Víctor, ganó el partido con dos recortes y un zurdazo primoroso.
El Zaragoza tenía un clarísimo problema de entrenador y ya lo ha resuelto. Le queda un largo trecho por delante para sacudirse las amenazas de la clasificación, pero ahora está en las mejores manos. En las manos de un entrenador experto, valiente y con las ideas muy claras. Otro Zaragoza era posible, claro que sí.
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