2018 mejoró su 2017: Llorente, Vinicius, Ceballos, Lucas...
Les fue mal el año anterior o les ha ido tan a pedir de boca en este que su carrera es otra. Les llegan las vacaciones cuando desearían que esto no parara.
Quién les vio en 2017 y quién les ha visto en 2018, que ha finalizado con la guinda del Mundial de Clubes. La montaña rusa que conduce a los jugadores del Madrid tiene ahora a algunos de ellos en lo más alto. Estos son algunos ejemplos.
Marcos Llorente
Cuando lo lógico era resignarse, cuando ya tenía decidida su cesión al Alavés, le llegó su primera gran oportunidad en el Madrid. Lo hacía tarde, pero no tanto como para no tirarse de cabeza a aprovecharla. 2017, cesión al margen, acabó siendo un horror: sólo el 16,78% de los minutos de blanco. La tendencia se mantuvo en 2018, primero con Zidane y luego con Lopetegui, pero Solari le adelantó la Navidad: ha disfrutado del 30,61% de los minutos de lo que va de temporada, el 62,64% desde que está el argentino. "¿Si me quedo? Sí", dijo tras levantar un Mundial de Clubes de cuya final salió como MVP. Ya no sólo hablaba su sentimiento madridista, sino los datos que le presentan como un jugador importantísimo en este Madrid.
Vinicius
En 2017 miraba desde fuera el sueño que en 2018 está empezando a convertir en realidad. Entonces prometía, pero sólo le conocían de verdad algunos parabólicos, futboleros trasnochadores que avisaban de que el chico era diferente. Su progresión, que tuvo como primera cima el debut en la Libertadores y estuvo amenazada ya en España por Lopetegui, la resumió él mismo mejor que nadie con sus stories de Instagram el sábado: "Viviendo un sueño... Final del Mundial de Clubes", escribió en la previa; "Soy campeón del mundo", siguió después del partido; "18 años y... [emoji de una copa]", remató posando con la medalla y una sonrisa ya sin rastro de bráquets, otra prueba de su crecimiento. En sus 350 minutos no ha escatimado en fantasía, ha dado cuatro asistencias y metido un gol más otros dos de rebote. La titularidad le queda cada vez más cerca.
Ceballos
Un inicio de 2017 tremendamente esperanzador, con el fichaje por el Madrid como culmen en verano, se fue nublando hasta dejarle en penumbra. Su aterrizaje en el Bernabéu fue brusco, con mucho más banquillo que césped. Aquello supuso el prólogo de un año, 2018, con la curva inversa: de menos, con Zidane, a más, con Lopetegui y Solari. A las anteriores navidades se fue con 459 minutos con el Madrid en las botas; a estas, con 1.086, más del doble. Por eso ha pasado de plantearse un cambio de aires, como él mismo confesó en aquel "si seguía Zidane, tenía que buscarme una salida", a recuperar la alegría.
Benzema
Benzema despidió 2017 con 14 goles, una cifra a la que podría lanzarse el mejor Ramos y difícilmente comprensible para un delantero del Madrid, sea goleador puro, generador de espacios o falso nueve. Un vistazo a los números de entonces de sus colegas de demarcación en Europa, entre los que había diversidad de perfiles, lo constataba. A 2018 dice adiós con 18, cuatro tantos más que no parecen muchos si no se atiende a su inercia ascendente: dejó su sello en la Decimotercera el pasado mayo, con un doblete en la vuelta de semifinales y un gol en la final, y esta temporada es el máximo goleador (11) y el máximo asistente (cinco, empatado con Bale) de un Madrid canino.
Lucas Vázquez
Pasan los entrenadores, pero hay cosas que no cambian, entre ellas la regular presencia de Lucas Váquez. No es que tuviera mal 2017, pero su 2018 ha sido para que lo viva en bucle: campeón de la Champions (clave en las eliminatorias ante PSG, Juventus y Bayern), titularísimo en Copa y desde febrero en Liga, convocado para su primer Mundial y, de postre, campeón del mundo de clubes e imprescindible para Solari, varios cuerpos por delante de los Isco, Vinicius o Asensio.
Reguilón
Es la nueva sonrisa del equipo, una mueca de felicidad y juventud que ha irrumpido fuerte en la rutina de los mayores. Invirtió el Madrid millonadas en Coentrao y Theo, laterales que ni se acercaron a competidores serios de Marcelo por el carril izquierdo, y terminó por encontrar en la cantera la pieza que le encajaba. 2018 será para siempre el año de su debut, del sueño cumplido. El mejor regalo de esta Navidad ya se lo ha ido haciendo él desde octubre: 180 minutos en Champions, 225 en Liga y 90 en Copa. El futuro lleva su nombre.
