Víctor: "Los buenos siempre tienen que estar en el campo"

—Vuelve a sentarse en el banquillo de La Romareda once años después. ¿Es un día especial para usted?

—Estoy responsabilizado, pero también confiado. El hormigueo en el estómago lo tengo, no voy a engañar a nadie, pero eso es bueno. Uno debe presentarse al examen con ese hormigueo y muy despierto y muy atento. Eso sí, uno no debe traspasar la barrera de la tranquilidad y la serenidad, que es lo que necesita este equipo. Y también debo ser muy exigente, ya que les voy a pedir lo que me pueden dar.

—Tras tres días de entrenamiento con el equipo, cómo afronta el partido contra el Extremadura?

—Muy esperanzado y confiado. Realmente han trabajado muy bien y sólo tengo palabras de elogio a la actitud y al comportamiento. Han sido muy receptivos al mensaje y eso es lo que me invita a la esperanza y al optimismo. He intentado depurar mucho la información que les quería transmitir porque sólo han sido tres sesiones y tenemos que medir muy bien las cargas de trabajo y filtrar qué información necesita el jugador en estos momentos para salir adelante. Ha sido una semana bastante complicada en ese aspecto, pero estoy muy satisfecho de la evolución propia de los entrenamientos y cómo han ido asimilando los nuevos conceptos que tenemos que incorporar poco a poco en el vestuario.

—¿Anímicamente cómo se ha encontrado al vestuario?

—Preocupado porque la situación no es buena, pero se trata de intentar recuperar buenas sensaciones en los entrenamientos, que creo que lo estamos logrando, e instalar una nueva idea futbolística que sean capaces de asimilar y que se corresponda con las características que tienen. Les voy a exigir lo que me pueden dar. Yo no voy a exigir al equipo algo que no tenga y lo que le pido lo tiene. Por tanto, deben demostrarlo ya. La intención la tenemos que demostrar desde el principio. Jugamos en casa y las temporadas quedan marcadas por las trayectorias como local. Hasta ahora es muy pobre y hay que darle un vuelco absoluto. Tenemos que ser un equipo dominante, agresivo, que busque la portería con determinación y convicción y que no tenga miedo a tener la pelota ni a equivocarse. Jugamos en La Romareda ante una afición que nos va a acompañar en todo momento, que va a ser nuestro principal aliado y que nos va a llevar en volandas. Y nosotros debemos mostrar futbolísticamente cosas que no hemos mostrado como locales y ser el equipo dominante porque somos los que jugamos en casa y debemos arriesgar. Yo quiero ganar los puntos de tres en tres.

—En su presentación señaló que el equipo debía ser más atrevido. ¿Ha visto eso en los entrenamientos?

—Lo he visto, pero hay que demostrarlo en el partido frente a un rival que compite muy bien y que va a tener la misma intención que nosotros de ganar. Vamos a ver si somos capaces de trasladar al partido todas estas buenas sensaciones que he percibido en los entrenamientos. Yo creo que sí y que el equipo está preparado para ir dando señales de lo que queremos que sea de cara al futuro. En ese sentido, tengo tranquilidad y confianza en el grupo.

—Su llegada ha provocado una ola de optimismo entre el zaragocismo, pero ahora es necesario que lleguen las victorias, ¿verdad?

—Esto lo vamos a sacar entre todos y sabiendo quiénes somos y qué es lo que queremos ser. Ahora somos un equipo con muchas dificultades, muy agobiado, con una clasificación que pesa mucho, pero eso no es lo que queremos ser. Queremos ser todo lo contrario, un equipo acorde a la historia y a la dimensión de esta ciudad. Entonces, tenemos que dar ya los primeros pasos para salir de esta situación. Yo intentaré ayudar poniendo todo mi esfuerzo, dedicación y capacidad, tratando de tener la inteligencia e imaginación suficiente y dar a los jugadores las pautas que les permitan crecer y ser mejores y jugando de forma acorde a lo que esta afición siempre ha querido y exigido. También es una afición que ha cambiado mucho y que no tiene nada que ver con la de hace veinte años. Ahora se ha incorporado gente muy joven de otro perfil que da un colorido diferente, pero al final es el mismo corazón y cuando el corazón del zaragocismo se une, normalmente gana muchas batallas y este campo se convierte en un campo muy jodido para el rival. Eso es lo que quiero, que sea un campo muy complicado para el rival, que seamos un equipo que vayamos hacia delante con todas las consecuencia y que seamos protagonistas. A partir de ahí, si no ganamos se nos juzgará y se nos valorará de una manera y si ganamos le daremos una gran alegría a nuestra afición y nos iremos muchísimo más contentos a la Navidad.

—¿Una de las claves es salir a por el partido desde el primer minuto?

—Tenemos muchas ganas de jugar el partido, vamos a querer la pelota desde el principio y creo que voy a elegir los jugadores adecuados para ello. Ojalá que no me equivoque, pero se van a juntar muchos jugadores con buen pie y eso es lo que nos tiene que empujar desde el primer momento a tener la iniciativa y a buscar la portería. Tenemos que ser inteligentes y no unos suicidas, pero debemos organizarnos a partir del balón y ser muy agresivos y determinantes cada vez que pisemos las áreas o zonas próximas. Cuanto más agresivos y determinantes seamos ahí, más vamos a crecer y más vamos a empequeñecer al rival.

—¿Pombo, Álvaro y Marc Gual pueden jugar juntos?

—Los buenos siempre pueden jugar juntos y eso a mí no me importa. Lo importante es que sean buenos y elegir a los buenos. Si esos tres son buenos, juegan seguro. A mí no me da miedo si hay muchos jugadores buenos y son todos ofensivos ni ponerlos en el campo. Cuando tengamos la pelota, seguramente juguemos con dos defensas. Y cuando no la tengamos, los once deberán trabajar en la presión y en la recuperación. Esa pregunta queda respondida más allá de los nombres. Nunca me voy a hipotecar diciendo que estos dos no pueden jugar juntos o que estos tres deben jugar siempre juntos. Jamás. Lo único que puedo decir es que los buenos siempre tienen que estar en el campo. Los buenos siempre se entienden rápidamente y eso es lo que pretendo, estar acertado en la configuración del equipo porque el estilo y el dibujo de salida los tengo claros.

—Papu regresa a la convocatoria tras casi tres meses de baja. ¿Está para ser titular?

—Es una buena noticia porque a mí me gusta especialmente ese tipo de futbolistas diferenciales: jugadores atrevidos con la pelota, verticales, que tienen velocidad y golpeo… Yo creo que tiene que ser un jugador importante. Afortunadamente para nosotros ya está apto, pero lógicamente no tiene capacidad física para soportar un partido completo. Está para jugar 20 ó 25 minutos. En ese tiempo se puede vaciar y dar todo lo que tiene si es necesaria su participación, cuando el partido esté mucho más abierto. Me hubiera gustado poder contar también con Eguaras, pero ya es una noticia muy positiva que tengamos a Papu y más jugando en casa porque necesitamos jugadores de perfil ofensivo.

—¿Cómo está Eguaras?

—Lleva un proceso que marca su recuperador. Hay un diagnóstico muy preciso sobre el tipo de lesión que tiene y yo lo he visto muy bien. Estoy contento porque le he visto francamente bien. Estaba ya programado que ayer no entrenara, al igual que hoy sí lo hiciera. Ha estado a un muy buen nivel y realmente está muy cercana su reaparición. Por lo que he visto hoy, la próxima semana estaría para jugar inmediatamente, pero no conozco con exactitud en qué punto está y si está entrenando con alguna o ninguna molestia. Eso aún no lo he hablado con él, pero las sensaciones que me ha dejado futbolísticamente hablando han sido muy buenas. Ha hecho todo el entrenamiento con el grupo y lo ha hecho perfectamente.

—Benito y Cristian se lesionaron en el anterior partido. ¿Cuándo cree que podrá contar con ellos?

—Ni he preguntado al doctor porque llevo muchas cosas en la cabeza. Evidentemente, les he preguntado a ellos que cómo están, pero no he tenido una conversación profunda con el doctor para prever cuál es la fecha de su incorporación a los entrenamientos. Me he centrado única y exclusivamente en los jugadores sanos, en los jugadores que nos van a ayudar a ganar este partido. Son dos futbolistas valiosos, importantes, con experiencia y que han jugado con regularidad, pero no hay que lamentarse. Los que van a estar van a estar bien y nos van a ayudar a ganar.

—¿Qué papel puede tener Soro en este equipo?

—El día a día nos irá demostrando cuál es el rol de cada jugador dentro del grupo. Hay muchos jugadores en esa posición y va a haber mucha competencia. El que mejor esté es el que va a jugar y creo que el estilo que vamos a imponer le va a ayudar a crecer como jugador. Espero lo mejor y el máximo de todos, no sólo de Soro.

—¿Y James?

—A mí me gusta bastante, fundamentalmente porque quiere la pelota. Cuando un equipo está con muchas dudas es muy importante que haya jugadores que sean muy cuidadosos con balón y que junten al equipo en vez de que te lo fracturen. James te da las dos cosas porque es cuidadoso con la pelota y te permite juntarte y después es muy generoso con el esfuerzo, por lo que también te aporta una energía que en estas situaciones es necesaria. Vamos a tener que jugar muy bien y vamos a tener que mostrar mucha energía en el campo, más de la que el equipo ha mostrado en los últimos partidos. Y James es un jugador que tiene ese perfil para darme esas dos cosas.

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