Hace seis temporadas Deportivo y Zaragozabajaban de la mano a Segunda. La campaña siguiente los blanquiazules volvían a Primera, donde han aguantado cuatro años, mientras que los maños han purgado penas y pecados desde entonces en la categoría de plata. Hoy se reencuentran (sigue el partido en directo en As.com) en un duelo con el foco en los banquillos. En el local se sienta Natxo González, el único entrenador que logró hacer soñar a la afición aragonesa en su estancia en el purgatorio. Fue el año pasado, antes de hacer las maletas para viajar hasta A Coruña en una salida que no gustó nada en Zaragoza.
Ese optimismo que se respiró hace unos meses en la capital aragonesa se vive ahora en el Depor de la mano del técnico vasco. El vaso está medio lleno al ver que tras 17 jornadas el conjunto coruñés sólo ha perdido un partido, es el equipo más goleador y transmite solidez e ideas claras. El que ve el vaso medio vacío recuerda que la pasada semana se cedió un empate en Riazor con todo a favor y que con lo hecho hasta ahora no llega para estar en ascenso directo.
Claro que en Zaragoza el vaso se ve casi vacío con el equipo despeñado en la clasificación y su entrenador, que tiene en el Depor a su bestia negra histórica, seriamente cuestionado. Nadie le ha dado un ultimátum a Lucas Alcaraz, pero una derrota significaría su adiós y un nuevo relevo en el banquillo de La Romareda. Las urgencias son enormes en el equipo aragonés, que sólo ha sumado una victoria en los últimos trece encuentros y no ha encontrado todavía un patrón de juego. Hoy se la jugará con un 4-4-2 con la entrada de Guitián y la más que probable de Pombo por Álvaro Vázquez o Marc Gual.