Este Sevilla-Girona de matinal navideña no se entiende sin Machín, entrenador que llegó a Cataluña "con una mano delante y otra detrás" según ha admitido en alguna entrevista y al que el club proporcionó manutención, alquiler e 'internet' además de un modesto sueldo y al que llevó a unos niveles insospechados que le permitieron dar el salto de su vida al Sevilla y estabilizaron de momento al Girona entre los grandes (sigue el partido en directo en As.com).
Es un duelo curioso. Machín ha transmitido sus ideas con éxito al Sevilla. Su 5-3-2 reversible a 3-4-1-2 tiene al equipo segundo y fiable. Primero fueron sus cambios de orientación de banda a banda y luego, su aprovechamiento de los enganches. Sarabia, Mudo Vázquez y Ben Yedder se han convertido en jugadores bisagra que vertebran un equipo de éxito y además hacen goles.
Eusebio aterrizó en Girona seguro de implementar su 'filosofía Cruyff'. Técnico inteligente y de buen juicio, similar a su manera de entender el fútbol cuando lo jugaba, fue convencido por sus jugadores de que no debía cambiar lo que funcionaba con Machín. Excepto Maffeo, el Girona supo conservar a sus jugadores base, circunstancia que le invitó a mantener el viejo sistema. Juanpe y Portu pudieron hacer las maletas rumbo a Sevilla, pero se quedaron como Stuani. Con once goles, el uruguayo hoy está uno contra dos. Ben Yedder y André Silva suman quince y coronan a un equipo difícilmente contenible. Gorka, que hizo una decena de paradas de mérito en Bilbao y ya le discute el puesto a Bono, tiene otra prueba de fuego. Es un bello duelo. Para muchos, sólo de fútbol. Pero en el corazón de Pablo Machín.