Pablo Machín, el arquitecto de un sueño de Primera
El Girona se reencuentra con el técnico que hizo realidad el ascenso. Dirigió a los rojiblancos 189 duelos: 83 victorias, 50 empates y 56 derrotas.
A veces hay que pegarle un vistazo al pasado para poder entender el presente. Y en el del Girona aparece con mayúsculas el nombre de Pablo Machín. El actual técnico del Sevilla, rival de mañana de los rojiblancos, encendió la llama de la ilusión en la ciudad gerundense y construyó un equipo que logró un histórico ascenso a Primera. Ahora, con Eusebio, está tratando de mantenerse, pero sin duda se siguen recogiendo los frutos de una etapa que se recuerda con mucho cariño en Girona.
Machín vivirá un encuentro especial. El entrenador llegó a Girona el 9 de marzo de 2014. Fue un desplazamiento desde Soria en coche, solitario, y tras recibir la llamada de socorro de Oriol Alsina. Por aquel entonces, el equipo rojiblanco era colista de Segunda y las sensaciones eran muy malas. Su debut tampoco fue de ensueño porque perdió los dos primeros partidos, pero a la tercera fue la vencida. Ganaron al Alcorcón (3-1) y desde entonces, todo fue a más. La permanencia llegó en la última jornada, ganaron al Depor en Montilivi (3-1), y se desató una locura que no paró de crecer hasta que se alcanzó la máxima categoría del fútbol español. Por el camino tuvieron que sortear varios golpes muy duros como fueron los dos ascensos frustrados, pero la 2016-17 se logró dar el salto. Machín dotó al conjunto gerundense de un estilo de juego propio y que se hacía muy difícil de contrarrestar para los rivales. La Primera no le asustó y estuvo a punto de seguir haciendo historia el curso pasado, pero al final LaLiga se les hizo larga y el sueño europeo se esfumó.
Su campaña no pasó desapercibida y no dudó: su carrera seguiría en Sevilla. Mañana cuando tenga delante a sus exjugadores se le vendrán a la cabeza un montón de recuerdos. Hizo grande al Girona y él lo aprovechó para utilizarlo de trampolín. Se lo ganó porque sus números son para remarcar: dirigió en 189 encuentros a los gerundenses (38 en Primera) y el balance es de 83 victorias, 50 empates y 56 derrotas. En Girona se le recuerda con cariño, pero está claro que mañana los sentimientos se vivirán antes y después de los 90 minutos en los que ruede el balón en el Sánchez Pizjuán.
Aliados. Pero el adiós de Machín no llegó solo porque se llevó a Jordi Guerrero, Jordi Balcells y al analista Carlos Martínez. Los tres quisieron emprender el viaje a Sevilla con el entrenador soriano porque consideraron que era una oportunidad irrechazable. Apostaron por un equipo europeo y pusieron, Guerrero y Balcells, punto y final a su etapa en la que todavía consideran su casa porque son gerundenses. Guerrero, segundo de Machín, llegó al Girona en 2013 y desde entonces se adueñó de las acciones de estrategia y de la planificación de los entrenamientos. La confianza entre ellos no tardó en aparecer y ahora la han trasladado a Sevilla.
En cuanto a Balcells, su adiós fue un poco más doloroso porque disfrutó durante 13 campañas en el club. Empezó de técnico y se acabó afianzando como uno de los mejores preparadores físicos de la categoría. A todos se les recuerda con mucho cariño en Girona y, sin duda, en el encuentro de la segunda vuelta, en Montilivi, serán recibidos con los brazos abiertos.
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