Maxi está dolido con la directiva del Celta
El delantero uruguayo es uno de los futbolistas de la plantilla que menos cobra y el que tiene la cláusula de rescisión más alta. La relación está rota.
Haberse convertido en el futbolista del Celta que menos partidos ha necesitado en la historia del club vigués para marcar 25 goles en Primera no ha generado ninguna recompensa económica para Maxi Gómez. El delantero continúa con el mismo contrato que firmó cuando la entidad presidida por Carlos Mouriño lo fichó hace año y medio. Desde entonces el charrúa no ha parado de meter goles, pero sigue siendo uno de los jugadores de la plantilla que menos cobra y el que tiene, junto a Stanislav Lobotka, la cláusula de rescisión más alta: 50 millones.
Las declaraciones de Mouriño en la pasada junta de accionistas no parecen coincidir demasiado con la realidad: “Hay que recordar que las cláusulas están acorde a lo que ganan. No puedes poner una cláusula muy alta si el sueldo no se corresponde”.
Maxi está dolido por el trato que le da la directiva. La relación entre el ariete de 22 años y la cúpula del club es muy distante y el uruguayo no tiene sobre la mesa ninguna oferta para mejorar su contrato, en vigor hasta el 30 de junio de 2022.
Atlético
Lo que el delantero no ha dejado de recibir desde que empezó a marcar goles en LaLiga han sido propuestas de otros equipos. En las últimas semanas se ha apuntado desde Madrid al interés del Atlético. De momento la dirección colchonera no ha movido ficha y la operación solo se activaría si Diego Costa se marcha a China en el mercado de enero.
Oferta china
El año pasado a estas alturas Maxi afrontó una de las decisiones más complicadas de su vida. El Beijing Guoan quiso llevárselo al fútbol chino y las condiciones que le ofrecían eran mareantes. El ariete se embolsaría 4 millones de euros tan solo por firmar y 20 ‘kilos’ repartidos en los cinco años que duraría el contrato.
El Celta, que ganaría 16 millones con este traspaso, estaba dispuesto a aceptar, pero la operación no cristalizó por deseo del jugador. Maxi consideró que marcharse a China ponía en riesgo su progresión y su participación en el Mundial.
Al acabar la temporada disfrutó del premio de estar en Rusia con Uruguay y varios clubes intentaron hacerse con sus servicios. El más insistente fue el West Ham y el punta veía con buenos ojos un cambio de aires. Sin embargo, el Celta se negó a negociar durante el verano, remitiendo a todos los interesados a los 50 millones de la cláusula.
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