Destroza al Frosinone e impide que la Vecchia Signora se escape más: está a 8 puntos del líder y deja al Inter, tercero, a seis puntos de la segunda plaza.
Como en la temporada pasada, el Nápoles le dejó claro al fútbol italiano que en sus manos están las esperanzas que quedan de dejar con vida a la pelea por el Scudetto hasta el final. Si el Inter, que en este curso más que nunca parecía un rival serio para la Juve, con la derrota de ayer se quedó a 14 puntos del primer puesto, los partenopei se mantuvieron a -8 destrozando 4-0 al Frosinone en el San Paolo.
Ancelotti pudo celebrar varias buenas noticias, más allá del resultado. El técnico hizo estrenar, por fin, a los recién recuperados Meret y Ghoulam, y sus rotaciones volvieron a funcionar (descansaron Fabián y Callejón, Albiol ni fue convocado). Zielinski desatascó el partido en apenas siete minutos con un zurdazo tras un córner y, antes del descanso, Ounas lo sentenció con un precioso latigazo desde fuera del área.
En la reanudación, los sureños redondearon el marcador gracias a un doblete de Milik, que se exhibió con un testarazo y su zurda ambas veces a pase de Ghoulam, que llevaba más de un año sin jugar. ‘Carletto’ (que también le concedió el estreno al alemán Younes) sonríe: su Nápoles sigue siendo la única alternativa a la Juve en la Serie A, ya es dueño del segundo puesto (el Inter quedó lejos: 6 puntos) y puede acercarse al histórico enfrentamiento del Anfield con mucho optimismo. Ahí le espera otro ambicioso objetivo: sacarle la clasificación al Liverpool.
