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FINAL LIBERTADORES | RIVER - BOCA

Ruggeri: "Argentina no es lo que se vio en el Monumental"

Oscar Ruggeri (1962, Córdoba, Argentina) es el único futbolista que ha vestido las camisetas de Boca, River y el Real Madrid. Con la final de la Copa Libertadores en el Bernabéu en el horizonte, el 'Cabezón' dice sentirse triste por la imagen que ha dado Argentina al mundo.

Ruggeri: "Argentina no es lo que se vio en el Monumental"

Es el único jugador que ha jugado en Boca, River y el Real Madrid.

La verdad es que es un placer haber podido vestir esas tres camisetas. A veces me llaman y me lo dicen, a mí me gusta. Son los dos equipos más grandes de Argentina y el Real Madrid, que es el mejor club del mundo. Sin duda.

¿Qué opina de que la final de la Copa Libertadores se juegue en el Bernabéu?

Me parece raro. Mi primera impresión es que todo lo que ha pasado con este partido es muy raro. Es la Copa Libertadores de América y se va a jugar en Europa. Es un castigo muy grande para las 60.000 personas que estuvieron esperando por el partido el sábado en el Monumental, que se habían portado bien, que les dijeron que el partido era a las seis, luego a las siete, luego a las siete y cuarto... También para esas familias que con un terrible esfuerzo sacaron las entradas para sus hijos y ahora no pueden viajar y se pierden el partido.

¿Beneficia el cambio de sede a Boca?

Sí, sí. Eso es raro también. River tuvo que ir a jugar con todo el público en contra y cuando iba a tener todas las gradas a su favor, no lo pudo hacer. De todas maneras son sensaciones. Los jugadores también se sacan algo de encima, porque si gana River festeja en Madrid y festeja en Buenos Aires y si pierde no lo hace en el Monumental, con toda su gente y contra Boca.

Se marchó de Boca a River.

Jugué seis años en Boca, desde el 79 al 85. Fueron los peores años de la historia de Boca. No teníamos ni camisetas, nos pintábamos los números en una camiseta blanca. No había nada, no nos pagaban. Excepto el año que vino Maradona. El resto fueron muy malos. No firmé contrato y como era muy raro que nos fuésemos al extranjero, surgió la oportunidad de River. Fueron tres años y medio muy buenos, me fui bien. Fue una experiencia linda, ganamos todos los campeonatos que jugamos y luego me fui al Logroñés.

Le quemaron la casa...

Para algunos fue una locura la decisión irme de un equipo al otro. Entonces algunos aficionados de Boca aprovecharon que estábamos celebrando el campeonato en Mar del Plata y me quemaron la casa. Desgraciadamente me tocó a mi. Estaban mis padres dentro y entonces me fui a ver al jefe de los barras de Boca y me encaré con él. Te piden muchas cosas cuando eres jugador y tú las cumples porque tienes miedo de que le hagan algo a tu familia.

¿Cómo fue la Libertadores que ganó en el 86 con River?

Teníamos un equipazo. El Tano Gutiérrez, Pumpido, el Negro Enrique, el Tolo Gallego, Alfaro, Alzamendi, Alonso... Teníamos un equipo muy, muy bueno. De hombres y de muy buenos jugadores.

Después se va al Logroñés.

Estaba Marcos Eguizábal que era el dueño de las bodegas y de todo... Prácticamente de media España. Había agarrado el Logroñés, me vinieron a buscar a River y, bueno, negociamos. Yo la verdad es que no sabía donde iba. Pensaba que Logroñés era la ciudad... Me llevé la sorpresa de mi vida porque pasamos, mi señora y yo, un año de primera. Estábamos recién casados y estuvimos muy bien. Comimos en todas las bodegas y ahí empecé a tomar vino tinto sin nada, sólo el vino, sin soda, sin gaseosa... Tuve un año muy bueno porque me conocí con Juan Pérez, el arquero, y con su mujer y su hija íbamos al bingo, comíamos, jugábamos, nos reíamos... Era un grupo de pibes muy bueno y la campaña que hicimos fue extraordinaria.

Bebía vino regularmente pese a ser profesional ahora eso sería impensable, ¿no?

Decían que era bueno para la salud. Ahora también se toma. Por la noche. ¡Por la mañana o a mediodía, no! Pero por la noche... Tiene que ser un buen vino. Bebíamos pero tampoco era una locura, para acompañar la comida nada más.

Y después al Real Madrid. ¿Cómo fue esa experiencia?

Pasé un año en Madrid muy lindo. Todavía ahora nos seguimos escribiendo con Míchel, con Hierro, con Sanchís, con Gordillo... Lo que me he reído con Gordillo, mamita. Vivía enfrente. Con Fernando Hierro también. Los dos, su mujer y él, eran chiquitos así que nos cuidábamos. Cuando nos concentrábamos mi mujer y la suya dormían juntas. Con Míchel tuvimos mucha relación, con el ‘Buitre’...

El año en el Madrid fue de los mejores de tu carrera.

Ganamos el campeonato cinco partidos antes de que terminara, estuvo muy bien. Tuvimos la mala suerte de caer con el Milán de Sacchi y de los tres holandeses, en la Copa de Europa. Perdimos 0-2 y ganamos 1-0 de local.

¿Cuántos partidos le hubiesen expulsado si existiera el VAR en la época que usted jugaba?

No... Ninguna. Sería más inteligente... Expulsarían a los demás, pero a mí no (risas).

Habla mucho sobre Sergio Ramos.

Para mí es el mejor central del mundo, sin duda. Nosotros tenemos a Otamendi, pero Ramos es más completo, habla mucho más, ordena, es malo, es malo... Va y le dice cosas a alguien, le grita al otro, le mete... La verdad es que me identifico mucho con él. Es un digno capitán del Madrid.

Coincidió con Maradona en Boca y en la selección. ¿Cuál era su mejor versión?

La del 86. Sin duda, sin duda. Había crecido más, era más maduro, era más fuerte, más jugador... Porque se preparó para ser el mejor del mundo. Ahí sí que estaba preparado para ser el mejor. En México llegó y lo fue. Y para mí es el mejor de todos los tiempos.

¿Cómo fue México 86?

No jugamos muy bien al fútbol, estábamos muy complicados. La prensa era muy crítica con nosotros, con Bilardo, hasta con los jugadores. Fuimos los primeros en llegar a México porque así lo decidió Bilardo para aclimatarnos a la altura, al calor. Nos fue bien. Nos metimos como grupo, sabíamos lo que nos jugábamos. Maradona decidió ser el mejor y gracias a Dios lo tuvimos a nuestro favor. Nuestro equipo era competitivo, muy fuerte. Jugadores importantes en todas las líneas. Valdano y Burruchaga arriba, Pumpido en la portería, nosotros en la defensa...

¿Qué le parece la situación de la selección argentina ahora mismo?

Yo lo dije desde un primer momento, cuando estaba Scaloni. Para nosotros, por supuesto, que el Cholo Simeone es de los mejores y el ideal para dirigir a la selección pero ha dicho que no, Gallardo también ha dicho no, Pochettino ha dicho que no, Martino también ha dicho que no... Por eso yo creo que con Samuel pueden hacer cosas importantes. Ojalá le vaya bien, yo quiero que le vaya bien a Argentina. Los nuevos jugadores están funcionando bien y la inclusión de Messi le va a dar ese plus necesario.

No se le termina de dar a Messi con la selección.

Él es feliz en Barcelona. Allí juega bien, no tiene problemas... Pero cuando viene aquí lo cuestionamos y a ver qué hace Messi. Le ponemos mucho encima de él y la Selección no puede ser sólo un jugador, sino un grupo. Es feliz en Barcelona y cuando viene aquí le hacemos responsable de todo. Hay que dejar de hacer eso y que sea libre para que juegue tranquilo, que lo hace muy bien.

¿Esta final le hubiese gustado jugarla?

No hay jugador en el mundo que no quiera jugar este partido. Es una lástima todo lo que ha pasado, pero creo que cualquier futbolista le hubiese gustado estar.

¿Cómo ha vivido todo el episodio del autobús de Boca?

Muy triste porque esta no es la realidad de los argentinos. Aquí no se vive así, tenemos nuestros problemas, pero esto no es así. Han venido recientemente los máximos gobernadores del mundo y no ha habido ningún problema, ningún incidente. Ese día estábamos todos alterados, todos locos. No querían que se jugase ese partido.

En el plano futbolístico, ¿cómo ve el partido?

River es un equipo con más juego, juega muy bien. Boca, en cambio, no juega tan bien, pero de la nada te hace un gol. Será una final muy linda, veremos cómo se desempeñan en el Bernabéu. Uno va a festejar, uno va a levantar la copa de campeón y el otro se va a volver sin nada.