Óscar García (La Zubia, Granada, 1988) es el trotamundos del Melilla. Su sueño, como el de tantos otros niños, era llegar a futbolista en España. Pero después de pasar por Málaga, Leganés y San Roque de Lepe, prefirió vivir el mundo profesional fuera de su país antes que continuar dando tumbos por España. Entonces, en el verano de 2012 emprendió su primera aventura internacional: fichó por el Kairat, de Kazajistán. Sólo estuvo allí seis meses. Regresó a España por Navidad, al Loja, aunque con la mente puesta en buscar nuevos retos en el extranjero. Ese mismo verano de 2013 le llegó una nueva oferta y se marchó a Noruega. En el país nórdico estuvo en el Birkebeineren y el Moss antes de empaquetar nuevamente las maletas y cambiar de continente: destino, Nueva Zelanda. Allí ganó la Liga y la Champions de Oceanía. Con los deberes hechos, volvió a Noruega. Raufoss y Egersunds antes de regresar a España (al Leioa) como paso previo a su fichaje por el Melilla. En esta ciudad ha encontrado su sitio. Extremo o delantero, su velocidad y desborde le hacen un futbolista fundamental en el esquema de Carrión tanto de titular como de revulsivo. Este curso lleva ya seis goles en Liga (segundo máximo goleador tras Yacine). Cuatro de esos tantos han llegado saliendo desde el banquillo...