RIVER-BOCA | EL EMBAJADOR ARGENTINO EN AS
"Fuera de Argentina, la mejor solución era jugar en Madrid"
Ramón Puerta, el embajador argentino en España, visitó As: "River tiene mejor plantilla, futbolísticamente tiene más argumentos, pero Boca tiene mucha garra y siempre gana".
Domingo 9 de diciembre, ocho y media de la noche, estadio Santiago Bernabéu: gran parte, si no todo el universo del fútbol, va a mirar a Madrid. En el coliseo blanco se jugará la vuelta de la final de la Libertadores entre River y Boca. Mucho ha acontecido desde que el pasado 11 de noviembre Boca y River empataran (2-2) en La Bombonera. Altercados, heridos, reproches, aplazamientos, comunicados... hasta que la CONMEBOL decidió que el Monumental no era el mejor escenario para el segundo capítulo de la final y se decidió jugar en el Bernabéu. River y Boca no están de acuerdo, pero jugarán. De hecho, hoy está previsto que ambos equipos lleguen a Madrid.
El Superclásico argentino está dando para un serial y quién mejor que el embajador argentino en España, Ramón Puerta, para explicar cómo y por qué se ha llegado a esta situación: “El martes de la semana pasada, por la noche, me llamó Luis Rubiales para decirme que la CONMEBOL estaba estudiando seriamente la posibilidad de que el River-Boca se jugara en Madrid y la primera pregunta que le hice fue: ‘¿En el Wanda Metropolitano o en el Bernabéu? Y el presidente de la Federación me dijo que donde hay más aforo es, evidentemente, en el estadio del Real”.
Idoneidad.
El embajador argentino entiende la postura reacia de River y Boca, a pesar de que entre ellos no se hayan puesto de acuerdo y se hayan lanzado acusaciones, pero justifica la idoneidad de disputarse el partido en Madrid: “Lo lógico era jugar allá, pero no siendo en Argentina la mejor solución es Madrid, no hay mejor lugar. Por varias razones: una, el escenario futbolístico, majestuoso; otra, el sistema mediático español, que cubre todo el planeta; y además, hay que ir a Abu Dhabi, donde se disputa el Mundial de Clubes (empieza el próximo miércoles día 12). El que gane la Libertadores tendría que jugar el 18, si no me equivoco, la semifinal, así que la mejor conexión es Madrid, porque desde Buenos Aires los vuelos son de 17 horas hacia la capital de los Emiratos Árabes. El equipo que gane debe preparar el partido de la mejor manera posible para que puedan jugar la final (el día 22 de diciembre), contra, ojalá, el Madrid, que es el otro gran favorito”. “Es curioso e histórico que en cuestión de seis meses el campeón de la Libertadores va a salir de Madrid y el de la Champions, también. Seguramente será irrepetible”, apostillan Roncero y Maldini.
A Ramón Puerta se le preguntó por cómo ve el partido, tras el 2-2 en La Bombonera. No expresó un favorito, “pero yo creo que River tiene mejor plantilla, futbolísticamente tiene más argumentos, pero Boca tiene mucha garra y siempre gana. Fue inferior en el partido en La Bombonera, pero el coraje les hizo empatar y por tanto éste es otro partido, en terreno neutral y con un 0-0. Va a ser muy emocionante, porque además los goles en campo contrario no valen en esta final”.
El embajador argentino anuncia que estará en el palco del Bernabéu; “Macri, no”, concretó. También dijo que su relación con los presidentes de River y Boca “es muy buena” y confirma la locura que hay con las entradas: “¡Uhhhh!, son muchísimas las peticiones que tenemos. De allí vienen 10.000, más todos los argentinos que están en España”. Y entonces la pregunta salió encadenada: ¿cuál es el volumen de la comunidad argentina en España?: “350.000 argentinos, según el Consulado argentino; 115.000 en Barcelona y 110-112.000 en Madrid, aunque cada vez hay más en Madrid y menos en Barcelona. Al que es de Buenos Aires le gusta Barcelona, por el mar, pero cada vez hay más gente que es del interior, como yo, que prefiere Madrid. España es el país donde hay más compatriotas fuera de Argentina”.
Seguridad.
Dados los acontecimientos que provocaron el primer y, como consecuencia, el segundo aplazamiento a causa de que el autobús de Boca fuera apedreado a su llegada al Monumental, el pasado 24 de noviembre, Ramón Puerta se refirió a la seguridad de cara al partido en el Bernabéu: “Los 300 activistas que están registrados y que son los que montan todos los líos no van a poder salir de Argentina y por eso tengo tranquilidad. No tengo miedo, la imagen ya está suficientemente deteriorada como para que también haya lío aquí”. En este sentido, Tomás Roncero apuntó que en las finales de Lisboa y Milán de la Champions no se dejó viajar a los hinchas más violentos del Madrid y del Atlético y el ambiente fue hasta cordial.
El embajador argentino explica el famoso y triste episodio del sábado 24 de noviembre, cuando estaba previsto que se jugara, por primera vez, la vuelta de la final: “Es curioso lo que ocurrió cuando llegó el autobús de Boca al estadio de River. Una semana antes, Gremio entró por la parte de atrás, que no hay nada, pero ¿por qué a Boca se le hizo entrar por esa avenida que estaba plagada de aficionados de River y, por tanto, ocurrió lo que ocurrió? La culpa fue del organismo de seguridad de la ciudad, por eso dimitió el responsable; además de que en esas fechas estaba el G20 en Buenos Aires y se descuidó el tema de la seguridad en el seguimiento del River-Boca. Fíjense que el coche de escolta de la policía iba detrás del autobús de Boca en lugar de delante, que es lo lógico”.
Muy futbolero.
La conversación derivó hacia conocer el perfil futbolero de Ramón Puerta. El embajador, que desveló que tres de sus abuelos fueron españoles y que es pariente lejano de Antonio Puerta, el exfutbolista del Sevilla fallecido en 2007, rememoró su primer Boca-River: “Fue en 1962. El arquero de Boca era Antonio Roma, pero había fichado a un portero del Atlético Atlanta, Néstor Martín Errea, que fue el antecesor de Gatti y un poco su ‘padre’ futbolístico. Recuerdo el famoso penalti que lanzó el brasileño Delém, de River, y que detuvo Roma, adelantándose y casi abalanzándose sobre el balón, pero el árbitro, Nay Foino, no tuvo valor de mandar repetirlo. Con 80.000 hinchas de Boca en el estadio, se lo hubieran comido; antes, otro brasileño, pero de Boca, Paulo Valentim, batió a Carrizo. Se jugaban el título y salió Boca campeón después de ocho años”.
Es conocida la historia de cómo se fundó Boca Juniors y de donde vienen los colores azul y amarillo de su camiseta, pero Ramón Puerta tiene su propia teoría: "Es una historia no aceptada, pero es la verdad desde mi punto de vista. Ha sido difundido incluso como oficial que la camiseta de Boca es azul y amarilla por la bandera de aquel barco sueco que atracó en el puerto de Buenos Aires. Hay que entender que la Suecia de entonces, de 1905, no es la de ahora. El barrio de La Boca era de inmigrantes genoveses, pero los ingleses estaban construyendo todos los ferrocarriles en Argentina. De hecho, la cancha de Boca sólo tiene dos calles, el resto son vías ferroviarias. Aquellos ingenieros ingleses llegaron del barrio londinense de Chelsea y ¿de qué color es la camiseta del Chelsea? Azul; y cuando entras al estadio del Chelsea, los pasillos entre los asientos son amarillos, de hecho la segunda equipación también es amarilla".