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LEGANÉS

Juanjo Lorenzo: "El Valladolid compite incluso cuando pierde"

El jefe de scouting del Leganés es de Valladolid y del Valladolid. Allí comenzó su carrera con 21 años: dejó Periodismo cuando Ramón Martínez lo fichó. Mañana sus dos equipos se miden.

LeganésActualizado a
Juanjo Lorenzo, jefe de ojeadores del Leganés.
Emilio CobosDiario As

El nuevo despacho de Juanjo Lorenzo en el Estadio Municipal Butarque está completamente vacío. Paredes blancas. Mesa impoluta. Apenas un bosquejo de papeles autografiados con notas ininteligibles salpica el espacio de su escritorio, donde la única presencia intrusiva a tanta pulcritud es un portátil de color rojo pasión. La que le pone este vallisoletano a sus palabras cuando habla de Valladolid y del Valladolid.

El jefe de scouting de los pepineros (aterrizó el 1 de abril, como recuerda durante la charla previa a la entrevista) es pucelano, pucelano. Allí comenzó una carrera de periodismo que se truncó (o evolucionó, según se mire) por culpa de Ramón Martínez, exdirector deportivo del Valladolid. En 1999 lo fichó siendo un crío (21 años) para que formara parte de su staff de scouters, aunque entonces se le llamara ojeador ayudante.

Aquellos pasos post adolescentes en Zorrilla fueron inicio de una carrera dilatada que ha trazado sendero por Osasuna y Olympiacos como paradas más famosas. Ninguna, sin embargo, como Valladolid. Añoranza por el pasado que ahora se reencuentra con el presente. Mañana su equipo se enfrenta a su equipo. Porque el Lega viaja a Pucela. Ahí la duda ofende. Cuando la pelota eche a rodar, su corazón solo latirá en blanquiazul, aunque tras el pitido del árbitro su sangre se teñirá de nuevo con tonos blanquivioletas. Para Lorenzo lo primero es lo primero. Ahora, el Lega. Y después, Valladolid. Siempre Valladolid.

—Valladolid-Leganés, será especial para usted, ¿no?
—Es especial porque es mi equipo. El equipo de mi ciudad. Del que soy aficionado. Obvio que hay intereses deportivos, por un lado, y por otro, profesionales. Salvo este fin de semana, yo quiero que al Valladolid le vaya bien.

—¿Qué es el Valladolid para usted?
—El equipo al que comencé a ir al fútbol cuando era pequeño. El que me dio la oportunidad de trabajar la primera vez. Fue en el 99. Han pasado ya casi 20 años... ¡Madre mía!

—Usted comenzó como periodista hasta que el Valladolid llamó a su puerta...
—Estaba haciendo prácticas en la SER de Valladolid. Mi perspectiva era quedarme allí. Quería hacer periodismo deportivo. Entonces seguía al equipo. Tenía relación con la gente del club y con Ramón Martínez, que era su director deportivo. El último año de carrera me propuso trabajar con él.

—Vaya cambio...
—En aquellos años las estructuras de los equipos no tenían nada que ver con lo de ahora. Él estaba casi solo. Vio que el fútbol estaba cambiando. Que tenía que tener gente a su lado para filtrarle información.

—Y se fue a hacer de scouter, que entonces no se sabía ni qué era eso.
—En aquel momento las opciones que había para hacer scouting eran ridículas comparadas con la situación actual. Ahora tenemos un problema. Hay sobreinformación.

—¿Y cómo lo hacían en el 99?
—Pues mira, recuerdo que nos íbamos los viernes del club y dejábamos programado un vídeo para grabar los pocos partidos que se echaban en los canales digitales. Y si se te iba la luz del estadio, te quedabas sin grabación.

—Y lo de mirar al extranjero sería una odisea.
—Fíjate que te llegaban los representantes, te ofrecían a un jugador y sólo tenías dos opciones: o coger el avión y verlo en directo o que ver los vídeos que el agente te daba. Y solían escoger los tres mejores partidos de su carrera... ¡aunque fueran de hace siete u ocho años! A veces mirabas la cara del jugador y hasta parecía otro.

—¿Qué le enseñó Ramón Martínez?
—Para mí Ramón es el referente de esta profesión. En su despacho yo hice un máster viendo cómo él trabajaba. El 90-95% de lo que sé, lo sé gracias a él.

—Después de tanto tiempo no le quedarán muchos amigos en el club.
—Dentro del club alguno queda. Gente de oficinas a los que tengo mucho cariño, algún entrenador de inferiores... en la zona de la dirección deportiva, no. Que alguien se mantenga en esa área durante 20 años es casi un milagro.

—¿Cómo ha sido este medio año en el Lega?
—Estoy encantado. El club tiene claro que la llegada a Primera debe servir para crear una entidad estable. Estamos mejorando mucho en infraestructuras, oficinas, estadio... La propiedad está consiguiendo que, sea cual sea la situación deportiva, el club sea estable y duradero en el tiempo.

—El verano fue agitado en el mercado de directores deportivos. ¿No tuvo ocasión de salir?
—Llevo 20 años en esto. Es complicado estar un sitio donde trabajes con tranquilidad, respeto, con capacidad de decisión y trabajo en grupo. Es lo que más valoro. El mercado está creciendo. Trabajo hay. Lo que no es fácil encontrar es un sitio donde trabajes de forma cómoda. Aquí lo he encontrado.

—¿Se ve volviendo a Valladolid?
—Ahora me veo yendo a Valladolid el sábado, que no sé si podré.

—Pero le gustaría...
—Lo que me gustaría es que el Leganés esté en Primera el año que viene. Esa es mi meta. Lo que pase en el futuro es imprevisible. Nuestro futuro es el sábado.

—¿Cómo ve al Valladolid?
—¡Fantástico! Están a un nivel increíble de compromiso y rendimiento individual. Compite en todos los partidos, incluso en los que pierde, como en Sevilla o Bernabéu, donde no mereció perder.

—Es un rendimiento sorprendente.
—A mí me llama la atención sobre todo la capacidad de competir durante 90 minutos. Es clave. Cuando un equipo asciende quizá al principio tienes un plus de motivación... pero es que ha pasado el tiempo y no se nota el cambio de categoría.

—Quizá Sergio es la clave...
—Lo que sí es objetivo es que cuando Sergio llega, el ascenso no era muy factible y ahora lo tiene, en menos de un año, con 17 puntos en Primera. No sé si es el único responsable, pero ha habido un cambio de rumbo desde que llegó.

—¿Y algún nombre propio de la plantilla?
—Está funcionando es el bloque. El rendimiento colectivo. Con y sin balón. Va a ser rival duro el sábado.

—También lo fue durante el mercado de verano. Compitió con el Lega por Rolan, Cuéllar, En Nesyir, Omeruo...
—Es fácil que coincidamos en mercado nacional. Coincidimos ahí siete u ocho equipos por el condicionante económico. Es normal competir con el Valladolid y no con el Sevilla.

—¿Hubo alguno de estos jugadores que estuviera muy cerca de Pucela?
—Eso nunca lo sabes. Tú controlas tu situación, pero no la del otro lado.

—Pasó con Omeruo.
—Sabíamos que estaba en el mercado, pero no te centras en quién es el rival, sino lo que tú puedes dar y en convencer al jugador.

—El Valladolid llegó a poner 400.000 euros por Cuéllar, pero el Leganés no vendió.
—Cuéllar fue nuestro portero titular el año pasado. Este año el míster ha decidido que lo siga siendo. Eso demuestra que es muy importante. Así se lo hicimos saber a él y a los clubes que preguntaron por él. Si salía, debía salir en unas condiciones interesantes para nosotros.

—¿Hay muchas esperanzas puestas en el retorno Arnáiz?
—José es, para nosotros, un jugador importante. Pero no pensamos en Arnáiz como nuestro salvador. No creo que fuera bueno para nosotros que un jugador fuera nuestro salvador. Si retorna a un buen nivel físico, eso sí, será clave.

—Le hemos escuchado decir alguna vez que será año largo...
—Será año largo sobre todo por la clasificación y a la competitividad de LaLiga. Será año extraño, ya verás. Los dos primeros años del Lega en Primera la salvación rondó los 30 puntos. Este año el primer equipo que baje estará en 40 puntos, porque los equipos de arriba se están dejando ya una media de unos 10 puntos. Puntos que irán a muchos equipos de la zona media-baja.

—¿Tiene Pellegrino mucho peso en los fichajes?
—Tiene el peso de ser el trabajador más importante del club. Siempre lo he dicho. Es la persona que hace que todo el trabajo de la gente de alrededor funcione. No hay nadie en el Leganés que pueda decir una cosa en su contra. Es una persona extraordinaria en el trato, en la compresión de la situación. Él siempre propone, no impone. Tiene peso en las decisiones, obvio, pero tiene un peso cooperativo, no impositivo.

—¿El Real Madrid se ha comunicado con el Leganés para repescar a Lunin?
—Con Lunin estamos muy contentos con el trabajo diario, más allá de que decida el míster, que es el único que tiene potestad para decidir. Ojalá que cuando le toque jugar, demuestre que es un gran portero.

—Preguntado de otra forma: ¿está el Leganés buscando portero para verano?
—No comentamos las situaciones de mercado que manejamos. Cerca de las vacaciones de Navidad nos reuniremos para ver quién puede salir y quién puede venir. Entonces decidiremos.

—Ahora tendrá más trabajo por la cercanía del mercado.
—El mercado invernal es particular, porque en verano ya tienes claro los jugadores que, más o menos van a salir. En enero depende de un resultado, de un cambio de entrenador... factores incontrolables. Estamos centrados en que los cinco partidos que quedan en 2018 se dé buen rendimiento.

—Pellegrino dijo que preveía muchos ajustes.
—Si tiene que haber ajustes lo veremos. El número de jugadores que tenemos vino condicionado por las lesiones.

—¿Puede revertirse alguna cesión? ¿Devolver algún cedido a sus equipos?
—No lo hemos planteado. Lo pensaremos más adelante. Ahora tenemos que ver las necesidades del cuerpo técnico.

—¿Ya se ha activado alguna renovación?
—Esas situaciones las manejamos de forma interna. Si pensamos que hay que hacerlo, lo hacemos. Lo comunicaremos si llegamos a un acuerdo o no descuerdo. Comentar los procesos no es bueno por ninguna de las dos partes.

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