Roma blinda sus monumentos ante la llegada de madridistas
La ciudad protege con celo su patrimonio desde que los ultras del Feyenoord destrozasen la Fontana della Barcaccia en 2015. La policía protegerá con vallas los lugares históricos.
Roma es la ciudad eterna y quiere seguir siéndolo. La ciudad se toma muy en serio la celebración de eventos deportivos y desde 2015 pone especial celo en proteger sus lugares y monumentos históricos evitando las concentraciones allí de aficionados de equipos visitantes. Los madridistas presentes hoy en Roma no podrán congregarse en ellos.
El punto culminante para extremar la protección con el patrimonio fue el duelo entre el Roma y el Feyenoord, el 20 de febrero de 2015. Más de 6.000 ultras del club holandés, clasificados entre los más conflictivos del continente, viajaron a la capital italiana. Tras arrasar el Campo dei Fiori la noche previa, una de sus reuniones previas al partido fue a los pies de la famosa escalinata de la Piazza di Spagna. Armados con botellas, piedras, cachiporras y bombas de humo, provocaron altercados con los Carabinieri, con un saldo de 22 holandeses detenidos. Tras el humo de la batalla, los resultados del destrozo: los ultras habían causado importantes daños en la Fontana della Barcaccia, una obra maestra de Pietro y Gian Lorenzo Bernini del siglo XVII. “Tiene más de cien arañazos graves”, explicó en ANSA un especialista que evaluó el desastre. “Algunos parecen irreparables...”. Para más sonrojo, un equipo de restauradores había terminado hacía poco sus trabajos, durante un año, en esa misma fuente.
Órdenes. La policía romana le transmite a cada club visitante unas normas de seguridad. Los aficionados del Real Madrid con entradas para hoy han recibido por email instrucciones sobre cómo comportarse en Roma y el lugar donde sí podrán reunirse, bajo estricta supervisión. “Las marchas están prohibidas y sólo pueden realizarse con un itinerario autorizado. En Piazzale delle Canestre, a partir de las 17:00 horas, se organizará un punto de encuentro para los aficionados españoles”, reza la comunicación: “El centro de Roma es patrimonio de la UNESCO, por lo que toda la zona estará restringida por puertas de acceso supervisadas por la policía”.
Los aficionados madridistas podrán visitar el impresionante patrimonio histórico (muchos ya lo hicieron ayer), pero no hacer quedadas que puedan ponerlo en riesgo. Roma se blinda.
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