El Rayo se asegura los goles con Álex Alegría de titular
Míchel apostó por el delantero en el once ante el Leganés de Copa y en el Trofeo Vallecas contra el Grasshopper. No decepcionó. Anotó un total de tres goles en los dos partidos.
El Trofeo Vallecas dejó buenas noticias. Minutos para los menos habituales, el estreno con el primer equipo de canteranos como Javi Rubio, Algobia, Alberto, Martín, Carrasco, Pipe y Cano y, por fin, una victoria, en la que resultaron decisivos los goles de Álex Alegría. Un doblete que confirmó una llamativa estadística: siempre que el delantero es titular con el Rayo marca.
Míchel alineó a Alegría en el once frente al Leganés en Copa del Rey y ya entonces anotó el 0-2 franjirrojo. Momento en que se reencontró con el gol un año y nueve meses después (más concretamente 639 días), tiempo en el que tuvo que superar una grave lesión: la rotura del cruzado de su rodilla derecha durante su etapa en el Levante.
El técnico vallecano confió la titularidad al delantero en el encuentro contra el Grasshopper suizo del Trofeo Vallecas. Ahí volvió a cumplirse el silogismo... marcó y por partida doble. Primero cazó un córner botado por Bebé y, en el segundo, sacó petróleo de un error del guardameta Matic (chocó con él cuando blocaba un centro). No obstante, el ariete acarició el hat-trick, pero se lo impidieron un palo y una buena intervención del portero rival tras un remate de espuela.
Estos goles fueron especiales ya que los consiguió delante de su afición y, además, sirvieron para darle una alegría y que el Trofeo se quedase en casa. "Tenía ganas de marcar delante de nuestra gente. He tenido pocos minutos en Vallecas, pero al míster se los pido con trabajo y sacrificio todos los días. Siempre viene bien que un delantero marque y necesitábamos una victoria ya", explicó Alegría.
Álex Alegría ha disputado 97 minutos en Liga, repartidos en seis choques (Huesca, Alavés, Real Sociedad, Athletic, Girona y Barcelona). En todos ellos ha salido desde el banquillo como revulsivo y aún no ha visto portería.
