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LA INTRAHISTORIA

El ‘Panenka de Ramos’: 16 centésimas más rápido

El original tardó 96 centésimas en traspasar la línea. Panenka está encantado de que Ramos honre su invención (“Es mi mejor imitador”).

Ramos engañó a Sergio Álvarez y ejecutó el penalti a lo Panenka. Es el sexto que marca así.
Ramos engañó a Sergio Álvarez y ejecutó el penalti a lo Panenka. Es el sexto que marca así.SALVADOR SASDIARIO AS

A Sergio Ramos se le ocurrió superar el trauma de su penalti al cielo en las semifinales de la Champions contra el Bayern (2012), que le supuso una cascada de memes y chistes en las redes sociales, con una terapia de choque. La siguiente vez que se puso delante del punto fatídico, en las tanda de las semifinales de la Eurocopa de 2012, batió al portugués Rui Patricio a lo Panenka.

Desde entonces, junto a sus goles milagrosos en dos finales de la Champions, el camero ha adoptado el arriesgado estilo que inventó el exfutbolista checoslovaco en 1976. Al principio a cuentagotas, al estar Cristiano, y ahora casi de forma habitual. De sus cuatro últimos penaltis lanzados, tres fueron Panenkas (Celta, Valladolid y Girona).

El Panenka versión Ramos es algo más rápido, en su ejecución, que el original. En Vigo, desde que la bota derecha del capitán blanco impactó con la pelota hasta que esta superó a Sergio Álvarez, el cronómetro marca 80 centésimas de segundo. Panenka, en la final de 1976, hizo que el balón ‘flotase’ más tiempo: tardó 96 centésimas en traspasar la línea de la portería alemana.

Todos los que ha lanzado Ramos han sido más rápidos: el de las semifinales ante Portugal de 2012 (71 centésimas), el de Macedonia en 2014 (84 centésimas), el de Sevilla en Copa en 2017 (82 centésimas) y los del Girona y el Valladolid en Liga, que ‘calcó’ (76 centésimas).

Piropos. Si Panenka se mostraba encantado de que Ramos honre su invención (“Es mi mejor imitador”, dijo la semana pasada), ayer fue el madridista el que le devolvió el guiño: “Antonín, otro a la cazuela”, puso el camero en sus redes sociales. A Ramos no le tembló el pulso en Balaídos, aunque ya había lanzado a lo Panenka ocho días antes ante Masip. Es de otra pasta.

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