Eguaras: "Sé que estoy mal y la lesión no es una excusa"
El mediocentro hace autocrítica y también habla sobre el rombo: "El año pasado dio sus frutos, pero los sistemas los hacen buenos los jugadores y por mucho que cambiemos de sistema, si el jugador no da su nivel, no hay sistema que valga".
—¿Cómo está transcurriendo la semana?
—La verdad es que está siendo una semana difícil. Estamos trabajando muy bien, fuerte, que es lo que necesitamos, y estamos con ganas e ilusión de ir el lunes a por el partido y sacar los tres puntos.
—¿Cómo afrontan el partido contra el Nástic?
—Es un rival que está en lo que ahora mismo es nuestra liga. Sabemos que tenemos que sacar este partido adelante porque de no hacerlo nos metemos en problemas serios y graves. Está claro que va a ser un encuentro muy difícil ante un equipo cuya idea de juego es contraria a la nuestra. Se trata de un equipo aguerrido y que en el juego aéreo es muy fuerte.
—¿Qué cree que ha pasado para que el equipo se haya caído como lo ha hecho?
—Cuando entras en una dinámica muy negativa, al final la confianza decae. El juego del equipo tampoco está siendo muy bueno, hay que ser realistas. Nos crean ocasiones y nos meten goles, a nosotros nos cuesta crear mucho y al final se basa todo en la confianza.
—¿A nivel personal cómo se encuentra?
—No pongo excusas ni de la lesión ni nada. Llevo ya varios partidos jugados y el nivel no está siendo el que yo esperaba. Sé que estoy mal, pero al final entras en una dinámica negativa que afecta a todo y también somos personas.
—¿Sigue teniendo molestias?
—Ya dije que iba a seguir teniendo molestias porque esta lesión es bastante complicada y de larga duración. Cada vez estoy mejor, con menos molestias, pero sé que voy a tener que seguir entrenando y jugando con dolor.
—¿Qué nos puede contar de la reunión que tuvieron ayer en la cafetería de la Ciudad Deportiva?
—Fue una charla en la que teníamos que darnos cuenta de la situación en la que estamos, la confianza que tiene el cuerpo técnico en nosotros y la que tenemos nosotros en ellos. Más que nada fue un tema de seguir haciéndonos fuertes grupalmente y tener ganas de sacar esto adelante.
—¿Ve a los compañeros con más intensidad por el hecho de haber entrado por primera vez en puestos de descenso?
—La dinámica de entrenamiento está siendo buena. Es cierto que después del varapalo del otro día la gente está con muchas más ganas, pero yo creo que en ningún momento a lo largo de la temporada la gente haya estado dejándose o no entrenando fuerte.
—¿Usted cree que el rombo es el sistema idóneo o hay que cambiar?
—La idea que transmiten desde el club y el cuerpo técnico es que se va a seguir trabajando con el rombo. Está claro que hay que darle una vuelta y matizar en las cosas que no están yendo bien, pero yo creo que el año pasado dio sus frutos y la gente está cómoda.
—Cristian Álvarez dijo el otro día que era el momento de ser solidarios en el campo y estar muy cerca del compañero. ¿Está de acuerdo?
—Por supuesto. Si por algo nos destacamos el año pasado, y también éste, es porque el grupo es una familia y si dentro del campo cada uno hacemos la guerra por nuestra parte, las cosas van a ir mal. Los sistemas los hacen buenos los jugadores y por mucho que cambiemos de sistema, si el jugador no da su nivel, no hay sistema que valga.
—¿Les preocupa que el ambiente en La Romareda se complique?
—Al final, el pueblo es soberano. Ellos se manifiestan como quieren y hay que respetarlo. Está claro que cuando entras en una dinámica así de mala, los pitos o el cachondeo que se generó el otro día con los oles son de respetar. Está claro que a nadie le gusta escuchar eso y menos en su casa, pero trabajamos para darle la vuelta a la situación y esperemos que los pitos y abucheos se conviertan en aplausos.
—Lalo decía el otro día que muchas veces la camiseta del Real Zaragoza pesa más que la de otros equipos. ¿Realmente es así?
—Está claro que tiene mucho más peso porque se trata de un club histórico que ha estado siempre en Primera División y cuando vienes de fuera te das cuenta de adonde llegas. La presión es máxima, los objetivos son máximos y estamos aquí para conseguirlos y demostrar que los jugadores realmente venimos.
—¿Para el vestuario cuál es el objetivo en estos momentos?
—Nuestro objetivo a partir de ahora va a ser el partido a partido. Debemos centrarnos en lo que viene y no en lo que pueda pasar en un futuro. Hay que vivir el día a día y el tiempo dirá qué objetivo nos podemos poner.
—¿Cuál puede ser la clave para salir de esta situación?
—La confianza en cada uno de nosotros y en el compañero de al lado. Está claro que debemos volver al nivel que hemos dado porque no estamos bien y hay que confiar en que vamos a revertir la situación porque somos el Real Zaragoza. Esto es muy largo; el año pasado ya tuvimos la sensación de vivir esto y al final le dimos la vuelta. No acabó de la mejor manera, pero sí que la segunda vuelta fue magnífica.