"Mourinho se merecía que le dieran una patada en el culo"
La reacción de Mourinho a los insultos de lo juventini partieron la opinión pública: hay quien lo exalta y quien lo crítica. Los hinchas del Inter, en cambio, están encantados
Los tifosi de la Juve tienen cuentas pendientes con varios entrenadores. Ancelotti, por ejemplo, en septiembre respondió "me consolaré mirando mi Champions del 2003" a los cánticos que le calificaban de cerdo y Sarri, en abril, hasta le enseñó una peineta a unos hinchas que escupían hacia el bus del Nápoles y le insultaban… Nadie, sin embargo, se ha ganado la enemistad de los hinchas bianconeri como José Mourinho. El portugués representa la máxima expresión del ‘interismo’: él mismo declaró que “llegas al Inter como profesional y te vas como interista”, y haber logrado con los milaneses el Triplete, el objeto del deseo juventino por excelencia, hace su figura aún más despreciada.
En Manchester, tras recibir los insultos de los juventini, respondió con el gesto del ‘tres’, recordando justo su gran hazaña nerazzurra. El miércoles, volviendo a escuchar injurias hacia él ("hombre de m..."), su familia ("hijo de p...") y su pasado ("el Triplete mételo por el c..."), tuvo, tras su triunfo, la reacción que ya es historia: mano a la oreja para escucharlos mejor y encontronazo con Bonucci (que le dijo: "así no"), y Dybala. Su gesto enloqueció a los hinchas del Inter: su imagen en el césped del Stadium se hizo viral enseguida y circula por las redes sociales como el ‘meme’ más cotizado. Hasta el presidente interista, Steven Zhang, puso un ‘me gusta’ en Instagram a la foto.
Obviamente, la reacción juventina fue igual y opuesta. El exportero Tacconi, a RMC Sport, no se cortó: “En el lugar de Bonucci, yo le habría dado una patada en el culo”. Otro exbianconero, Birindelli, añadió: "Es un hombre que necesita ayuda". Fueron más comprensivas, en cambio, leyendas como Del Piero ("Mou reacciona a las ofensas con sarcasmo e ironía") y Capello ("Su gesto no me pareció grave o vulgar"). Mourinho también partió a la prensa inglesa: Mirror y Daily Express le exaltaron, mientras que el Sun criticó en portada su “falta de clase”. Es el ‘ruido de los enemigos’ que tanto le gusta al portugués...