Molinero responde a los mensajes de Torrecilla
El veterano defensa del Sporting deja claro el apoyo a Baraja y afirma que el equipo no necesita líderes del vestuario, que lo importante es la unidad de todos los jugadores
Francisco Molinero, el jugador más veterano (33 años) de la plantilla del sporting y el que acumula más partidos y temporadas en el fútbol profesional --por encima de los 300-- fue el encargado de comparecer ayer ante los medios de comunicación, un día después de que Miguel Torrecilla solicitara mayor responsabilidad y exigencia a la plantilla rojiblanca. El lateral toledano respondió a los mensajes del director deportivo que le fueron recordando los periodistas.
Molinero no cree necesaria la aparición de un líder en el equipo. “Los líderes somos los 23 ó 24 jugadores que estamos en el vestuario. Aquí todos somos igual de importantes. No porque haya un líder vamos a ganar los partidos. Lo que lleva a una buena temporada es estar juntos, ser sólidos, un grupo”, apuntó el defensa.
Torrecilla también condicionó una decisión futura al rendimiento de los jugadores el domingo ante el Málaga; planteó incluso el término ‘pasotismo’. Y Molinero respondió: “Por favor... Sabemos dónde estamos. Estamos a nivel profesional. Yo no lo he vivido nunca en un equipo. El fútbol es trabajo y trabajo, y cuando llegue el partido tenemos que demostrarlo en el campo”.
Molinero apuesta por “dar un paso adelante” y afirma que la plantilla está con el entrenador Rubén Baraja.
Francisco Molinero volvió a recordar ayer la situación que vivió en el Getafe hace un par de temporadas, para intentar pedir paciencia a la afición del Sporting. El lateral toledano aseguró haber vivido “situaciones peores que ésta” y, sin ir más lejos, aludió a aquella temporada con el equipo madrileño en la “estábamos en descenso y acabamos subiendo a Primera”, recordó. Sucedió hace dos años, en la temporada 2016-17; en la jornada 12, el Getafe ocupaba el mismo lugar que el Sporting ahora mismo, el decimotercero, solo que con un punto más (15), y ya había pasado ese momento crítico. Estuvo en descenso en las jornadas 7 y 8, lo que provocó la destitución de Juan Eduardo Esnáider y la llegada de José Bordalás. A partir de estas fechas, del mes de noviembre, el Getafe comenzó a remontar el vuelo y acabó la competición regular en el puesto tercero, por lo que tuvo que disputar las eliminatorias por el ascenso que le permitieron retornar a la máxima categoría.