El efecto Henry se disipa
El francés no ha podido tener un estreno peor en los banquillos. Desde que se hizo cargo del Mónaco acumula tres derrotas y dos empates.
Las cosas no le pueden ir peor al Mónaco, que en año y medio ha pasado de conquistar la Ligue 1 por delante del PSG a marchar penúltimo empatado a puntos con el colista y quedar eliminado en la Liga de Campeones. Es el farolillo rojo de su grupo con un punto y no tiene opciones de acercarse a Borussia Dortmund o Atlético de Madrid.
Y a pesar de que ha cambiado de entrenador para intentar cambiar el rumbo, la destitución de Leonardo Jardim no parece que haya sido una gran solución. Thierry Henry pasó de ser asistente de Roberto Martínez en la selección de Bélgica a hacerse con las riendas del Mónaco, pero desde entonces no levanta cabeza.
Ha dirigido al que fuera su equipo en su etapa como futbolista en cinco encuentros y todavía no conoce la victoria. Suma tres derrotas y dos empates con un balance de cuatro goles a favor y diez en contra. Su debut ya fue malo. Perdió 2-1 contra el Estrasburgo y cuatro días después empató en Champions ante el Brujas (1-1). En su tercer partido por fin jugaba en casa, pero no consiguió pasar del empate ante el Dijon (2-2). El pasado sábado se estrelló contra el Reims a domicilio (1-0).
Ayer, para rematar su mal arranque, fue derrotado por 0-4 ante el Brujas en el partido de vuelta de la Champions League en su propio estadio. El técnico francés todavía no ha conseguido enderezar a los suyos y lo tiene más que difícil en su próxima cita, ya que el Mónaco recibirá al PSG en la liga francesa, que ha ganado los doce encuentros que ha disputado en la competición. Y todo esto mientras su presidente se encuentra detenido por la Policía.
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