El Almería sorprende y no deja al Villarreal respirar ni en Copa

El entrenador de turno suele decirle a sus jugadores eso de que el fútbol es once contra once cuando tiene a un rival superior enfrente, aun siendo consciente de que esos once tienen más cualidades. Sin embargo, el tópico se cumplió en Almería, con un conjunto local que quiso subirse a las barbas de un Villarreal que no termina de despegar y al que le está costando respirar en este inicio liguero. Y eso que el cuadro amarillo volteó el gol inicial de Chema y logró ponerse 1-3. El tópico de 'luchar hasta que el árbitro pite' también se cumplió, con el doblete de Sekou en apenas cinco minutos.

El primer en avisar fue Raba, con un disparo peligroso al cuarto de hora. El Almería empezó teniendo más la posesión, pero era el Villarreal el que daba más sensación de peligro. Empero los de Fran Fernández metieron el susto en el cuerpo a un cuestionado Javi Calleja en el 28'. Un centro envenenado de Iván Martos fue a parar a Chema, quien asistió a Caballero, pero el espigado ariete argentino no remachó a la red incomprensiblemente.

A pesar de tener a todo un Villarreal enfrente, Fran Fernández no varió su plan copero, dando entrada en el once a cuatro jugadores del filial y a los suplentes ligueros. Los villarrealenses también rotaron, con la diferencia de que unos tenían muy poco que perder y mucho que ganar y los otros, totalmente lo contrario. De ahí que Raba y Cazorla empujasen, el primero a la contra y el segundo empalmando un centro de Layún.

En la segunda mitad llegó la chicha, con seis goles y mejor juego por parte de ambos. En el génesis del segundo acto Mario le hizo un penalti a Caballero -se marchó sustituido en esa jugada-, aprovechado por Chema. Andrés Fernández adivinó el lado del disparo del mediapunta de La Puebla del Río, pero éste lo lanzó tan magistralmente a la derecha del arquero murciano, que no pudo evitar el 1-0.

Tuvo que salir Pedraza para darle más mordiente a un Villarreal que se ahogaba. A la hora de juego una internada del '16' amarillo acabó con un disparo peligroso, despejado por Fernando, errando el propio Pedraza en el rechace. Las botas de Sansone también tuvieron el empate tras un sensacional control, pero fue Cazorla el que puso la tranquilidad. Quién si no. El de Llanera se sacó de la chistera un zapatazo imposible de parar al palo izquierdo de Fernando. Al Estadio de los Juegos Mediterráneos no le quedó otra que aplaudir al jugador del Villarreal, lesionado en ese mismo césped nueve años atrás, cuando se rompió el peroné.

El empate espoleó al Villarreal, que remontó en sólo seis minutos. En el 77' Callejón introdujo la redonda en su propia meta tras un centro de Gerard y en el 83' mandó la potencia de Chukwueze, con un trallazo tras irse en velocidad. Con el 1-3 el encuentro parecía sentenciado. Pero entonces se rehizo la UDA. Los rojiblancos con menos minutos quisieron reivindicarse. Un cabezazo de Trujillo supuso un saque de esquina, en el que Corpas remató a la madera y en uno de los rechaces Sekou recortó distancias.

El propio Sekou llevó el delirio al graderío en el 90'. Iván Martos empaló un centro desde la derecha instantes antes, pero fue el delantero procedente del Almería B el que igualó por alto ante la sorpresa de un atónito Javi Calleja y de un Villarreal que desperdició en los últimos minutos -¡cómo apretó el Almería!- su ventaja en una eliminatoria que tenía prácticamente sentenciada. Los amarillos no deberían sufrir ningún susto en El Madrigal, pero el fútbol no entiende de lógicas, ni de presupuestos. Más bien de tópicos.

"Desde el primer momento mis jugadores han ido a por todas. Este tipo de partidos hace que los rivales nos tengan en cuenta y que nuestros aficionados estén orgullosos de nosotros. La competencia es el mejor camino que pueden tener los futbolistas, están trabajando para tener su oportunidad y nuestra obligación es dársela cuando les llegue su momento. Nos ha faltado quizás un poco de ajustes en el pressing, pero hemos cerrado muy bien ante un rival superior"