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REAL MADRID

Así son los equipos de Conte: no siempre jugó con tres centrales

Con la Juve y el Chelsea empezó con defensa de cuatro, pero acabó cambiando. Apuesta por una posesión vertical y un bloque medio o bajo.

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Así son los equipos de Conte: no siempre jugó con tres centrales

La debacle del Camp Nou abre la puerta del Real Madrid a Antonio Conte. El técnico italiano representa un perfil muy distinto del de Lopetegui en cuanto a cómo entiende cada uno el fútbol. Tanto en los sistemas que utiliza como en la forma de defender y atacar y la relación de sus equipos con el balón se aprecian diferencias.

El dibujo de tres centrales

Al Conte actual se le reconoce por su esquema de tres centrales y dos carrileros con los que alcanzó el éxito en la Juventus y en el Chelsea, aunque no siempre apostó por este sistema. Fue en el conjunto turinés donde empezó a utilizar esta estructura con Barzagli, Bonucci y Chiellini en el eje. En sus anteriores clubes, Bari, Atalanta y Siena, ordenaba a sus equipos con una defensa de cuatro. También en el Chelsea inició con cuatro futbolistas atrás, pero una racha de malos resultados con derrotas significativas ante Arsenal y Liverpool le obligó a mover pieza y encontró en Azpilicueta el tercer central que complementaba a David Luiz y Cahill, con Moses y Marcos Alonso en las alas. Por delante maneja varias alternativas. Con la Juventus optaba por proteger a Pirlo con dos jugadores de recorrido, no exentos de talento, como Marchisio y Vidal. En su primera temporada en el Chelsea, la 2016-17 en la que quedó campeón, jugó con Kanté y Matic en la medular, Pedro (o Willian) y Hazard como mediapuntas y Diego Costa arriba. El curso pasado incluyó a un mediocentro más (Cesc) y retiró a uno de los hombres de ataque. Si opta por este dibujo, la escasez de centrales del Madrid le invitará a retrasar a Casemiro como hizo Lopetegui en Sevilla o en el Clásico. Sin embargo, la tradición táctica de la era moderna del Madrid apenas recuerda antecedentes de este tipo de dibujo más allá de momentos y situaciones puntuales (Del Bosque jugó así en la final de la Octava contra el Valencia). 

El sentido de la posesión

A Conte no le interesa que sus conjuntos consideren el control del balón como un objetivo. El italiano otorga más importancia a las entregas verticales que salten líneas a la propia posesión. Cierto es que tanto en la Juve como en el Chelsea tuvo cuotas positivas (54,7% el curso que ganó la Premier con el conjunto blue), muchas veces por la postura de rivales menores más que por propia convicción. Sin embargo, en partidos de altura, está acostumbrado a dejar el balón a los oponentes como así ocurría en compromisos contra el Liverpool, Arsenal o Manchester City. Apenas alcanzaba el 40% de porcentaje de posesión.

Atacar los espacios

Siguiendo esta línea, los equipos de Conte se identifican por ser temibles al contraataque y dominar las rupturas. Insiste en la movilidad de los hombres de ataque y depende, quizá en exceso, de las irrupciones de los carrileros. Sus equipos acumulan jugadores en zonas de finalización y no son tímidos en el remate (media de 15 disparos por encuentro). El Madrid de Lopetegui buscaba privilegiar, en cambio, la circulación rápida de balón y a los apoyos constantes como mayor arma ofensiva. Demasiado al juego al pie que se ha caído con el paso de los partidos.

Tipo de defensa

Desde el verano, Lopetegui ha pretendido que su equipo realizara una presión alta que al final ha quedado en muy poco o en nada. Sólo en partidos como el del Roma o en algunos momentos del derbi lo ha logrado. Conte prefiere, en cambio, una defensa más posicional con un bloque medio o bajo. Da prioridad a todo lo que suceda en el carril central. Agrupa jugadores en esa zona y no le importa que sus rivales se estiren por fuera al contar con tres centrales que complican las opciones de remate. Le gusta que tras robo, sea donde sea, sus equipos intenten salir en transición siempre que puedan. Conte no es un entrenador amarrategui, como algunos le consideran, pero sí prioriza la jerarquía defensiva para comenzar a crecer desde ahí. Su próximo aterrizaje en el vestuario del Madrid remodelará muchas de las pautas tácticas del conjunto blanco.