El Leganés cosecha puntos, pero echa en falta sensaciones
El discurso sigue siendo crítico con el juego del equipo pese a que se ha enderezado el rumbo. A principio de temporada sucedía lo contrario: buen juego sin sumar puntos.
El Leganés vive en un mundo al revés. Resulta que cuando comenzó la temporada, los de Pellegrino hicieron seguramente los mejores partidos del curso. Las sensaciones eran buenas. "Jugamos bien", repetían sus futbolistas como soniquete que le puso banda sonora a ese arranque. Por entonces, sin embargo, la saca de puntos no reflejaba tan buen juego. Uno sólo en las primeras jornadas fue el famélico balance de ese buen despliegue. Ahora sucede lo contrario. Los puntos han llegado en partidos en los que El Flaco y sus chicos no han quedado tan contentos como podría indicar el marcador.
En Valencia, sin ir más lejos, se repitió este particular fenómeno. El Leganés empató a uno. El gol de Gayá en el 84’ evitó un triunfo que habría sido una mina de oro para los pepineros. Pese a todo, el punto se podría dar por bueno. Por muy bueno. Pues bien, al terminar el partido, el discurso fue menos eufórico. Hubo un alto grado de crítica por lo visto en el césped de Mestalla.
"No fue el partido que imaginaba. En la primera parte fuimos discretos", comenzó a explicar tras ese partido un Pellegrino muy exigente con la imagen de los suyos lejos de Butarque. "El resultado es bueno, pero tenemos que mejorar mucho fuera de casa", insistió sin quitarle mérito al botín de Mestalla, donde el Leganés "tuvo entereza hasta el final" frente a un rival "que no nos hizo grandes ocasiones".
Inconformismo tras el Rayo
A los hinchas del Lega les sonará este discurso porque es parecido al que clausuró el parón por los compromisos internacionales de las selecciones, cuando Pellegrino, tras ganar al Rayo, también desplegó un argumentario similar. Y eso que se había logrado la segunda victoria consecutiva de la temporada en casa.
"Nos falta tener personalidad al final de los partidos para manejar el balón. Incluso cuando el Rayo se quedó con uno menos, nos faltó paciencia para jugar la pelota", comentó entonces el técnico, quien repitió su ya frecuente "nos queda mucho por trabajar".
Él mismo, una semana antes, tras perder en el último suspiro frente al Betis, volvió a tirar de reflexiones inconformistas. Que el gol de Loren llegase en el 88’ no le calmó. Más al contrario. Entonces el técnico admitió "vaivenes de rendimiento" e insistió en que el equipo tenía que dar un paso adelante. "Jugamos atrás más tiempo del que queríamos", insistió el preparador.
Puntos de mejora
En el vestuario del Leganés se admiten un puñado de aspectos que mejorar. Virtudes que el equipo sí manejaba en el arranque de curso. Uno, la posesión del balón. Al equipo le cuesta retener el esférico y en las jugadas de construcción se acaba en ocasiones con fútbol precipitado de constantes balones en largo.
También ven necesario aprender a gestionar mejor los minutos finales de los partidos, donde los rivales suelen tener (al menos así ha sido en estas jornadas recientes) la batuta y tempo del balón. Asedios del Lega como el que se vivió contra el Athletic o frente a la Real Sociedad en las dos primeras jornadas en ese tramo último de los partidos no se ha vuelto a ver en los pepineros.
Además, siguen existiendo pequeños desajustes defensivos y fallos de finalización que le han costado al Leganés algún punto que otro.
Pese a todo, en el seno de Butarque se insiste en que poco a poco se van viendo brotes verdes que permiten aumentar la confianza, sustento fundamental para que el trabajo de estas últimas semanas no pierda "credibilidad", tal y como destacó Pellegrino en una reciente comparecencia.