El Viktoria Plzen testifica en el juicio a Julen Lopetegui
El técnico espera sentencia excluyendo a Ceballos y citando a Vinicius. Odriozola tiene el mismo valor de mercado que toda la plantilla checa.
Declarado el estado de excepción, excepcional lo es todo ya en el Madrid, incluido el encuentro ante el Viktoria Plzen, que en otro tiempo hubiera sido una llamada a la rotación moderada a las puertas de un Clásico y ahora es una estación más del vía crucis de Lopetegui (sigue el partido en directo en As.com). No sacará más crédito de una victoria el técnico y quizá tampoco saque más tiempo. Así que no parece posible pronosticar si el Madrid vestirá de gala o Lopetegui se inclinará por un once a la tremenda en el que hasta Vinicius puede tener cabida, si no de inicio, sobre la marcha.
En menos de un mes el Madrid ha perdido con el Sevilla en Nervión, el CSKA en Moscú, el Alavés en Mendizorroza y el Levante en el Bernabéu. Por separado, cada una de estas derrotas, de gravedad creciente, hubiera dado para un debate. Encadenadas apuntan a la destitución del técnico a poco más de dos meses del comienzo de la competición. El club ya sólo busca el cuándo, que puede ser tras el partido, se dé el resultado que se dé, o tras el Clásico. Pero el choque no es de paso. El Madrid entra en la tercera jornada fuera de puestos de clasificación y mirar demasiado por detrás del Viktoria tiene peligro.
La crisis ofrece datos demoledores en los cuatro puntos cardinales. Benzema y Bale no marcan desde el 1 de septiembre, a pesar de que el galés es el jugador que más dispara de la Liga. Es la única herencia que conserva de Cristiano Ronaldo. Asensio, que en la competición doméstica ha participado en nueve de los 13 tantos anotados por el equipo, se ha evaporado. Lucas Vázquez, ángel de la guarda, no ha marcado ni asistido en todo el curso. Los dos porteros salen a más de un gol encajado por partido. Y gran parte del banquillo es invisible: Vinicius ha jugado 12 minutos; Marcos Llorente, 11; Vallejo y Valverde ni siquiera han debutado.
En buena lógica debe jugar el mejor once posible, con Bale, Benzema y Kroos, que dejaron una foto ilustrísima en el banquillo del partido frente al Levante. También parece seguro Isco y quizá retome su papel de suplente Asensio. Keylor, que hasta ahora ha jugado los dos partidos de la Champions, podría repetir. Y de la lista se ha caído Ceballos, que reactivó al equipo ante el Levante.
Descontextualizado, el partido no ofrecería demasiado riesgo. El Viktoria Plzen jamás ha pasado de la fase de grupos en la Champions League ni de los octavos de final en la Europa League. Vive, eso sí, el mejor momento de su historia. Nacido en 1911 y tras ser rebautizado en varias ocasiones a cuenta de sus patrocinadores (la firma de automoción Skoda le puso apellido en algunos momentos de su historia), no ganó su primera Liga hasta cien años después. Pero ahora ya lleva cinco, incluida la pasada, y se ha visto en competiciones continentales con equipo españoles. Aquí perdió siempre y no marcó ningún gol, pero le ganó al Atlético en Plzen (1-0) en la Europa League 2012-2013 y empató en la misma competición con el Villarreal (3-3) tres años más tarde. En Liga de Campeones se cruzó con el Barça y se quedó en blanco: 2-0 en el Camp Nou y 0-4 en Plzen.
Segundo de la Liga checa
Equipo veterano (29,1 años de edad media en su plantilla), ahora es segundo en su Liga, a dos puntos del Slavia. Ganó sus seis primeros partidos, pero se ha dejado ocho puntos en los seis siguientes. En Europa, le arrancó un empate al CSKA y fue apaleado en Roma (5-0). Entre los dos partidos únicamente disparó cinco veces a puerta.
Toda su plantilla vale lo mismo que Odriozola (30 millones) y el precio medio de los jugadores que alineó en el último partido es de 1,64. El del Madrid ante el Levante, sin Bale ni Benzema ni Kroos, superaba los 50. Esa es la distancia que separa a un equipo de otro.
El Viktoria representa bien la mentalidad de su entrenador, Pavel Vrba, con el que dio el gran salto entre 2008 y 2013. “He ofrecido oportunidades a jugadores en los que nadie creía sólo porque jugaban en la Liga checa”, dijo una vez. Hoy sólo tiene cinco extranjeros en la plantilla, cuatro de ellos procedentes de la vecina Eslovaquia.
Con él se llenaron las gradas. De 1.500 a 11.000 espectadores. Luego se marchó a la selección, a la que clasificó para la Eurocopa 2016. Ahí topó con España. Perdió 1-0. De los que tuvo enfrente aquella tarde sólo estará Ramos.
Krmenick, segundo anotador de la Liga checa (7 tantos), es el futbolista más relevante de un equipo que se agrupa en torno a un 4-2-3-1 y por el que pasaron fugazmente Nedved o Cech, este nacido en Plzen. Vrba, admirador de Guardiola (“Su mérito es que Messi es el primer defensor”), ratificó al Madrid como mejor equipo del mundo ante la Prensa. Le cayó como un guante la piel de cordero.
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