Encuentro de máxima necesidad en La Romareda (sigue el partido en directo en As.com). Para el Real Zaragoza, que acumula cinco jornadas sin ganar, ha perdido todas sus virtudes y tiene a su entrenador, Imanol Idiákez, seriamente amenazado de despido —”¿Destitución? Sólo pienso en ganar y no en las consecuencias del partido”—. Y también para el Tenerife de José Luis Oltra, que llega a La Romareda con puntuación de descenso y con la esperanza de poder pescar en río revuelto.
Idiákez, cuyos detractores no dejan de crecer, aunque a él le parezca sorprendente, afronta el encuentro en el alambre, muy consciente de que sólo un triunfo esta noche le permitiría seguir en el cargo. El técnico donostiarra, al que se le ve ya muy afectado, confía en que una victoria frente al Tenerife lo cambie todo. No lo tiene fácil, porque sus dos delanteros titulares (Marc Gual y Álvaro Vázquez) están lesionados y no se ha recuperado a tiempo un ‘desatascador’ como el georgiano Papu. Tendrá que armar su ataque con Pombo y con Soro o Jeison Medina, aunque el colombiano no convenció a nadie ante el Cádiz en la Copa del Rey.
Parece que habrá novedades en la defensa, con la vuelta del central zurdo Álex Muñoz, al que Idiákez le puso la cruz antes de viajar a Oviedo, y es posible que también aparezca en el once Aguirre, para jugar de extremo izquierda por delante del nigeriano James Igbekeme. Y todo porque el Tenerife de Oltra juega con tres centrales y dos carrileros largos, y esa apuesta ya le salió bien a Idiákez en la primera parte del día de Las Palmas. Perone y Zapater o Javi Ros serían, en principio, los sacrificados.