Icardi se proclama rey del derbi en la zona Cesarini
El Inter triunfó ante el Milán con un gol en el descuento del argentino: es la séptima victoria consecutiva de los nerazzurri, que llegan a Barcelona con mucha ilusión.
El derbi de la Madonnina siempre emociona, pero este tenía algo especial. Por fin, Inter y Milán tienen proyectos sólidos, plantillas muy buenas y están regresando al sitio que le pertenece. Ganarlo significaba muchísimo, y lo consiguió el conjunto que en este momento está un paso adelante, que tiene algo más: el de Spalletti.
Lo hizo tras un partido peleado, con dos caras. La primera mitad lo tuvo todo, menos los goles. En verdad, cada equipo marcó uno, pero ambos fueron anulados con la ayuda del VAR y en jugadas muy parecidas: Vecino y Romagnoli peinaron el balón para Icardi y Musacchio, que debido a esos toques se encontraron en posición de fuera de juego. Los nerazzurri, además, golpearon el poste con una volea de De Vrij tras un córner, mientras que sus ‘primos’ se vieron en la zona de Handanovic con los remates de Suso y Calhanoglu.
Hubo cierta tensión entre los jugadores, sobre todo después de un tremendo choque entre Biglia y Nainggolan: el argentino se llevó una tarjeta amarilla, el belga un esguince en el tobillo que le impidió seguir (le sustituyó Borja Valero). Spalletti confirmó que se perderá el partido de Champions ante el Barcelona.
La reanudación, en cambio, fue algo más descafeinada. Los dos equipos siguieron buscando el gol, pero con el paso de los minutos se hizo prioridad no perder el derbi antes que ganarlo. Fueron ausentes injustificados los dos hombres más esperados, Icardi e Higuaín, que entre los dos sumaron apenas un remate a puerta… Hasta el minuto 91.
Porque cuando se acerca el descuento, el Inter de este año renace: la zona Cesarini es su hábitat y el Tottenham ya fue testigo. Mientras los tifosi ya abandonaban el Meazza comentando el empate, un maravilloso centro de Vecino (siempre él) desconcertó a Donnarumma e Icardi, como hacen los grandes, cabeceó en la red la única gran oportunidad que tuvo. Fue el tanto que tumbó a los de Gattuso, el de la séptima victoria consecutiva en todas las competiciones de los nerazzurri, que marchan terceros en la Serie A. No había manera más ilusionante para viajar a Barcelona: los azulgrana están avisados.