Susana Guasch: "La de Milán fue la peor final posible para mí"
Dejó laSexta y A3 tras 12 años para fichar por Movistar+. En la semana que vuelve la Champions, atiende a As para hacer balance de su trayectoria.
¿Adonde va la Champions va Susana Guasch?
Eso parece. Ha sido una transición muy dulce. De vivir los tres últimos años en abierto a pasar a la TV que tiene todos los derechos, donde está lo mejor. Es una maravilla.
¿Cómo es su nuevo día en día en #Vamos?
Presento el informativo Noticias Vamos (20:30, también hay flashes a las 14, 14:30 y 15). Es diferente, nunca había estado media hora con la actualidad pura y dura. En Noche de Champions aprendo una nueva faceta que me tiene encantada. Tras estar siempre en el barro, en la banda, me gusta llevar la orquesta en el plató, ir dando paso sin escaleta, pendiente de dónde te manda el editor.
El canal cumple un mes. ¿Cómo han sido esos 30 primeros días?
Parecen un año. Hacía falta una referencia aquí y Movistar se ha convertido en la TV del deporte. Ha tocado trabajar muchas horas, juntarnos los nuevos con gente de mucha experiencia, que siente el periodismo y ama el deporte. No podía salir mal. Estamos muy satisfechos, el público responde. En laSexta el ritmo era frenético y un examen diario de audiencias. Aquí mantengo la tensión informativa, nos debemos a los abonados sin el estrés del examen diario.
¿Le ha dado tiempo a echar de menos el inalámbrico?
Aún no, vengo de tres años muy intensos, de viajar mucho. Fui a los mejores estadios. Me gusta estar ahora sin pasar frío ni pelearme con la UEFA o un jugador por una entrevista. Es más difícil el trabajo de calle, pero en plató siento la adrenalina del directo que necesito para sentirme viva en el oficio.
¿A qué ‘entrevista Champions’ le guarda más cariño?
La de Cristiano en Dortmund. Tras una hora de incertidumbre, salió e incluso esperó para entrar en directo. Fue un detalle, al final mandan ellos y estuvo muy simpático. Era la que todos querían tras cuatro meses de silencio por lo de Hacienda. Esa entrevista fue la más satisfactoria.
¿Y qué le dejó peor sabor de boca en estos tres años?
Me supo muy mal ver perder al Atleti en Milán. Recuerdo las caras de los jugadores del Madrid. Son amigos al final y sabían lo que para el Atleti era caer dos veces contra ellos. Fue una celebración muy sosa. Ese día tuve gastroenteritis, lo pasé fatal. Sólo quería que acabara y hubo penaltis. Tuve la peor final posible.
¿Sufrió veto del Barça y Guardiola?
Con Luis Enrique cada día la entrevista era más tensa, no quería hablar. Es un personaje muy difícil. Siempre había algún tipo de show, así que el club miró la letra pequeña con la UEFA y vieron que no había por qué atender a A3, nos quitaron de encima. No sé si fue veto, pero un favor no quisieron hacernos. Con Guardiola hicimos un par, pero luego ya nos evitaba. Creo que es gente que se pone nerviosa, te ve y ya se excitan, no hay nada que hacer. Al final cada uno se retrata.
Hábleme del Mono Burgos y aquella respuesta en Múnich.
No lo esperaba. Le pregunté si tenía miedo de afrontar la semifinal y dijo ‘tras el cáncer que superé no le temo a nada’. Te quedas parada, fue impactante y maravilloso. Me gustó, al final es deporte. Estuvo sensacional.
¿Por qué cree que hay tan pocas mujeres tertulianas y ninguna narrando partidos?
Hay medios que no tienen ninguna tertuliana. En El Partidazo somos dos. Narrar sería lo último que haría. En esta moda ahora de la mujer, que hay tanta sensibilidad, nunca vi ninguna que valiese para narrar. Son muy pocos los que son muy buenos. Cuando una se vea capacitada y le den la oportunidad será el bombazo, pero seguro que yo no seré.
Para acabar, le propongo que defina sus ‘flash interview’ con estos personajes en pocas palabra. Empiece por Zidane:
Difícil sacar un titular.
¿Simeone?
Un gustazo hablar de fútbol.
¿Luis Enrique?
Tensión.
¿Valverde?
Amabilidad.
¿Messi?
Le daría un beso y un abrazo.
¿Cristiano?
Me da marcha.
¿Sergio Ramos?
Valiente y capitán.
¿Iniesta?
Buena manera y educación.
¿Sampaoli?
Timidez, no mira a los ojos.
¿Mono Burgos?
Risas.
¿Mourinho?
Indomable.
¿Guardiola?
Puro nervio.