El Real Oviedo, víctima del balón parado en esta temporada
La estrategia a balón parado ha pasado de ser una de las armas del equipo asturiano la temporada pasada a convertirse en un punto débil.
La derrota en el Wanda llegó de la manera más cruel: en el tiempo añadido y en un córner. Otro error en la marca en una acción a balón parado evitó que los azules sumaran un punto en su estreno en el campo que el Rayo Majadahonda está usando en estos primeros meses de competición. No es la primera vez que pasa. El balón parado, una de las armas más fiables la temporada pasada del Oviedo, se está convirtiendo esta campaña en el punto débil más marcado. Un lastre demasiado pesado en un equipo que quiere estar en los puestos altos de la tabla.
Los azules ya han recibido cuatro tantos en lo que va de temporada en jugadas de estrategia. El cabezazo de Luso, que le dio la victoria a los madrileños, se suma a los recibidos ante Extremadura, Zaragoza y Elche, todos ellos en saques de esquinas, para ahondar en la crisis azul en este apartado. Por si fuera poco, el equipo tampoco está sacando réditos de la pizarra en la parte ofensiva. Los de Anquela solo han logrado un tanto en jugadas de esta naturaleza. Fue el logrado por Folch la semana pasada en un córner sacado en corto, tras el que Bárcenas centró, Forlín prolongó y el pivote empujó a la red.
Asumido el dolor de la derrota, el equipo ya piensa en la cita del próximo sábado ante Osasuna en el Carlos Tartiere. Los azules regresarán al trabajo esta semana con un ojo en los lesionados. Anquela terminó la semana pasada con cuatro hombres en el parte médico. Carlos Martínez, Carlos Hernández, Toché y Alanís trabajaron al margen del grupo y, aunque se observó mejoría en sus procesos de recuperación, todavía no se han incorporado al ritmo del resto de compañeros por lo que parece arriesgado pensar que alguno de ellos pueda estar disponible para el duelo ante Osasuna.
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