El 1-0 ante el Villarreal revela la obra de Rubi en el Espanyol
Recuperación tras un córner adverso, transición veloz, conducción y definición estética en solo 11 segundos. Una acción no azarosa, sino estudiada.
Probablemente haya sido el Espanyol-Villarreal el mejor partido de los pericos en la era Cornellà, pero lo que es seguro es que el gol que empezó a poner las bases de la victoria perica sintetiza la mano de Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ y su cuerpo técnico en esta plantilla. Concentración, precisión, calidad y juego estético pero poco contemplativo.
Todo empezó en una falta en el vértice derecho del área del Espanyol, que botó Miguel Layún y que Diego López enviaba, muy forzado, a córner. Un saque de esquina que se intuía peligroso para el Villarreal pero que resolvieron los pericos con maestría. La jugada tras robo la inició Sergi Darder, quien combinó con Sergio García. El del Bon Pastor se la devolvió al mallorquín para que éste cediera, aún en la frontal del área propia, para Marc Roca. El pivote abrió juego hacia la banda derecha, en la línea de medios, donde ya progresaba Sergio.
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Ahí, como sucedería durante todo el primer tiempo, entre ambos se bastaron para desarticular las dos primeras líneas de presión de la escuadra ‘grogueta’ y para enviar a Borja Iglesias. La conducción del gallego fue medio gol, por su verticalidad y por su capacidad para sortear obstáculos en forma de rivales. Primero fue el debutante ‘Miguelón’ Llambrich y, acto seguido, Manu Trigueros.
A unos 20 metros de la frontal, Borja lanzó un pase adelantado hacia Hernán Pérez, que se incorporaba por su izquierda y que, ya solo ante Sergio Asenjo, lo batía con una estética y efectiva cuchara. “Lo teníamos estudiado en los vídeos, cómo reaccionaba Asenjo. Vi la oportunidad exacta, se la piqué y fue adentro”, explicó el paraguayo, que culminó 11 segundos de maravilla.
