La vida sigue igual para Las Palmas y Alcorcón
Disputaron un intenso partido acabado en un justo empate. Rubén Castro, tercer partido seguido sin marcar, tuvo la más clara. Laure, un puñal para el Alcorcón.
Noventa minutos después, nada cambia para Las Palmas y Alcorcón. Cada uno a su estilo, se retaron en un intenso partido sin goles pero con un justo reparto puntos. Antes empataba a 14 y ahora, a 15.
Se profesaron mucho respeto ambos equipos en el primer tiempo, conscientes ambos de la entidad del rival, constante Las Palmas y en pleno ascenso el Alcorcón. Con ambas formaciones aún posicionándose, Tana colgó un pelota en el minuto 3 al segundo palo, allí dónde apareció David García para mandar el balón a la grada cuando Rubén acechaba solo en el punto de penalti.
Firme en sus intenciones, intentaba combinar el equipo local de manera "paciente", como había pedido Jiménez en la víspera, mas la roca del Alcorcón no es fácil de horadar. Tipos pacientes, la primera ocasión de los pupilos de Cristóbal se retrasó hasta el minuto 22, cuando Galán, en óptima posición de remate a gol, mandó fuera con la cabeza un gran centro de Bellvís. Esperando más el fallo rival que el acierto propio, bien posicionados ambos equipos en el campo, Las Palmas rozaba porcentajes de posesión del 65% pero con poca efectividad, la misma que tuvo Mir en un mano a mano con Jiménez al filo del descanso.
Comenzó el segundo tiempo con idéntico patrón que el primero, Las Palmas dominando y el Alcorcón esperando. Al poco de empezar entró Araujo, efervescente en su vuelta al equipo insular en partido oficial, por fin la fisura en el olvido. Comenzaba a soltarse el Alcorcón, Laure como el perfecto puñal entrando por banda, centro envenenado desviado por Cala. Se entró entonces en una fase de intercambio de golpes, Álvaro Peña perdiendo su duelo con Raúl y Cala mandando fuera una pelota clara.
Jiménez le dio otro aire a su equipo con Blum, cargando el juego por ese costado izquierdo. La ocasión más clara de la Unión Deportiva llegó tras un pelotazo de Raúl que cayó a los pies de Rubén, detenido por Jiménez cuando enfilaba la portería. Y así, a tirones, fue muriendo lentamente un partido que deja todo como estaba. Las Palmas y Alcorcón jugaron a encajar un gol menos, y al final no marcó ninguno.