Tana: "Tuve que hacer examen de conciencia; me hice fuerte"

Los ojos no engañan, y en los de este menudo pibe de San Cristóbal se intuye brillo después de mucha oscuridad. Tras un autocrítico verano purgando sus pecados, se le intuye madurez en pose y discurso. Presa “de malas elecciones en malos momentos”, apuesta por “pensar más las cosas”.

Siete partidos: cuatro victorias, dos empates y una derrota. ¿Está respondiendo la Unión Deportiva a las expectativas creadas?

Creo que sí. Seguramente con la derrota del sábado no se ve todo tan bien, pero si me hubieras hecho la entrevista hace una semana estaríamos hablando, tras la victoria ante el Málaga, de que por supuesto se están cumpliendo. Un partido perdido no cambia nada, el equipo está respondiendo muy bien. Si siempre sacáramos 14 puntos de 21 estaríamos primeros o segundos a final de año (temporada), seguro. Es una muy buena racha. Hay que seguir así y ganar todos los encuentros posibles. Cuando se pierde uno hay que pensar en el siguiente para no venirse abajo. Haciendo esto cada siete partidos vamos a estar ahí.

Para lo bueno y lo malo, Las Palmas tiene un entorno muy extremista. Ahora no está tan mal, ni antes bien.

Ganamos el primer partido al Reus y todo parecía muy fácil. Se ha visto que no es así. La liga va a ser muy larga, y cualquier partido se te puede complicar. Puede pasar que pierdas, hasta le sucede al Real Madrid o al Barça. El fútbol cada vez está más igualado. Hay que salir al campo con humildad y con la confianza en nuestro trabajo y poder ganar todos los partidos.

¿Cuándo se podrá ver el nivel real del equipo?

Creo que no podemos poner fechas. El año pasado, por lo que seguí de Segunda, si veías la clasificación cada cinco semanas había equipos que parecía que iban a subir seguro y que al final no jugaron ni playoff. Y otros que casi ni aparecían entre los 6-7 primeros y ascendieron directos. Esto es muy largo. Hemos tenido muchos cambios y todo lleva un proceso de adaptación, pero que pasen tres jornadas más y sigamos arriba no tendrá nada que ver. Te diría que, cuando pase la primera vuelta, puedes ver lo suficientes puntos para intuir. Aún es pronto.

Temporada nueva, renovación nueva. ¿También un Tana nuevo?

Hay un Tana que ha progresado, que ha madurado, como cualquier persona. Para nada quiero ser una persona nueva. Estaba contento con cómo era a pesar de mis fallos, y lo único que he hecho, como cualquiera, es aprender de ellos y no volver a cometerlos. Por lo demás, soy el mismo. Un Tana que quiera hacer las cosas bien, trabajar para el equipo y conseguir el objetivo.

¿A qué fallos se refiere?

Sobre todo, de elección en un mal momento. Después es fácil saberlo, pero me di cuenta de que no tenía que haberlo hecho porque las cosas no salieron como uno quería. Al final, con el periódico del lunes todo el mundo ganaría la quiniela. Hice unas cosas completamente convencido de que no era nada malo, de que no afectaría a nadie, y por desgracia no fue así. Uno tiene que cambiarlo y pensar un poco más en lo que va a venir después, y no solo en el momento.

¿Por qué quiso irse este verano?

Por muchos factores, pero sobre todo por estar mal en lo personal. Como individuo de un colectivo me afectó que no fuera un buen año. Pero era algo más serio en lo personal, en mi vida, en el ambiente que me rodeaba y el daño que se estaba haciendo tanto a mí como a las personas que más quiero. El verano me sirvió de mucho. Aun así quería irme aunque vine más fresco de ideas y menta. Pero se cerró el mercado y no ocurre nada. Y hablando claro con el presi se llega a una solución que a todos nos parecía justa y favorable.

La familia suele jugar un papel fundamental en el equilibrio emocional de un deportista de élite. Parece su caso.

Sí, está claro. La familia es la que siempre está, nunca te va a fallar y apoyan pase lo que pase. Así ha sido. Me apoyé en ellos. También hice examen de conciencia mirando las cosas que hice mal de manera inmadura y sin pensarlas demasiado. Me hice fuerte. Con una buena mentalidad y con la ayuda de todos los que me rodean saqué fuerzas para continuar aquí.

Usted reúne todas las cualidades del prototipo de futbolista canario: de origen humilde, con un talento superlativo con el balón, que se cuida poco. ¿Se siente señalado por su origen?

Es injusto. A veces, la gente es así. No es tonta, y lee y escucha lo que pasa en otros equipos, o fuera de España. Yo, que un poco me dan igual esas cuestiones dentro del fútbol, las escucho sobre gente de la Selección, de equipos de la Península, de Inglaterra... Es como si eso lo inventáramos en Gran Canaria o fuéramos los únicos en la Isla que salimos, los únicos futbolistas que a veces se divierten en su tiempo libre, y no es así. He aceptado que me he equivocado en algunos momentos, claro, pero en otros es totalmente injusto.

En el primer equipo de Las Palmas tuvo pinceladas con Sergio Lobera, no contó para Paco Herrera, pegó un ‘pelotazo’ con Quique Setién, el año pasado fue un desastre global y ahora es vital para Manolo Jiménez. El equilibrio que tiene fuera es el que le falta dentro del campo.

No es fácil. Para que un futbolista alcance su mejor nivel se tienen que dar muchos factores. Lo del año pasado te merma mucho.

Se intuye imposible abstraerse de una temporada tan desastrosa como la que vivieron ustedes.

Imposible (rotundo). Al final, lo del curso pasado te afecta muchísimo. Todavía quedan pinceladas de eso. Gracias a Dios ha venido un entrenador nuevo y se han cambiado muchas cosas que estamos intentando hacer bien. Dentro de lo que cabe ha funcionado, y además estamos arriba. Los compañeros que quedamos de la temporada anterior solo queremos volver a recuperar la confianza de nuestra afición. Por decirlo así, volver a sentirnos unos futbolistas respetados. A partir de ahí, seguro que con el tiempo y sin ponernos ningún margen, límite ni tiempo, sino simplemente dejando que las cosas pasen como tengan que pasar, seguramente encontraremos otra vez ese nivel que ya dimos otros años y la gente lo volverá a ver.

¿Qué queda de aquel minúsculo pibe que deslumbró a España, con apenas 12 años y la camisera de la Unión Deportiva Las Palmas, en el torneo alevín de Brunete?

Ufff (se ríe). Es difícil... De ese niño quedan muchas cosas. Soy la misma persona. Por aquel entonces tomé decisiones difíciles. No todo era de color de rosa, como así parecía. Ahora, igual. Esto es un aprendizaje constante, y no todo es cómo se ve. Al final, la gente se cree que tenemos una vida un poco fácil, de lujo, de que todo va bien. Pero nada más allá de la realidad. Somos personas, como el resto. Tenemos nuestros problemas personales, enfermedades de familiares... Problemas, como todos. Es un trabajo en el probablemente te diviertas más que en otros y ganes más dinero, pero el resto de la vida es igual. ¿Qué queda del niño de Brunete? El hombre, por decirlo de alguna manera, que se fue forjando a raíz de ese pibe que jugaba al fútbol.

“Entre Miguel Ángel Ramírez y yo hay mucho respeto”

Hace una semana, en AS, decía Manolo Jiménez que "la relación de Tana y Miguel Ángel Ramírez es como si fuera de padre-hijo". "El míster comenta eso porque, como en todas las relaciones, cuando uno lleva una serie de años y confianza hay diferencia de opiniones y ya está. Hay mucho respeto", responde Tana. El mediapunta de San Cristóbal tira de memoria para darle las gracias al presidente de la UD: "Le tengo que agradecer, desde que llegué al primer equipo, que siempre apostó por mí. Como máximo accionista, siempre confió en lo que le decían Tonono y algunos entrenadores para apostar por mí". "Tenemos una relación muy buena", finaliza Tanausú Domínguez.

Estadística: "Si siempre sacáramos 14 de 21 puntos, estaríamos arriba"

Mentalidad: "Como cualquiera, he aprendido de mis errores"

Diferencias: "Gracias a Dios, un entrenador nuevo. Se cambiaron muchas cosas"

Profesión: "Tenemos un trabajo más divertido y mejor pagado, pero los mismos problemas"

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