El Real Madrid ha vendido 75 goles en sólo dos veranos
En 2017 el club traspasó a Morata y James, que entre ambos marcaron 31 goles en su última temporada. El pasado julio vendió a Cristiano, que hizo 44 en su último año...
El Real Madrid ha extraviado el gol. Cinco horas sin encontrarse con él, tres partidos consecutivos. Hay que remontarse a la época preCristiano para encontrar a un Real Madrid que encadenase tres partidos sin celebrar un tanto. Fue en enero de 2007, con Capello en el banquillo. Desde entonces, sobre todo desde el fichaje del portugués en 2009, el equipo ha sido un cañón certero. Pero desde el verano de 2017 el club emprendió un proceso de adelgazamiento en ataque de la plantilla. Primero vendió a Morata y James y el pasado mes de julio a Cristiano, el máximo artillero de la historia del Real Madrid (450 en 430 partidos).
En total, en poco más de un año el Real Madrid se ha desprendido de 75 goles (20 de Morata y 11 de James en la 2016-17 y los 44 de Cristiano en la 2017-18) y no ha fichado a un nueve de envergadura europea que supla parte de esa pérdida de artillería y sea competencia seria para un Benzema que sólo ha rematado una vez a puerta en los últimos cinco partidos. Este verano reclutó a Mariano, al que traspasó en 2017 al Lyon (allí hizo 21 goles), pero esa única llegada no compensa la sangría y, por el momento, Lopetegui no le ha dado ninguna titularidad a pesar de que su rendimiento está comprometiendo a Benzema. El club vendió la teoría de que sin Cristiano sería Bale y Benzema los que cogieran la bandera del gol, pero el primero no muestra regularidad y el segundo ha vuelto a su versión más indolente tras un inicio esperanzador.
En época de necesidad se añora la abundancia y nadie daba más que Cristiano. Su sombra es del mismo tamaño que su cuenta goleadora en el Madrid pues no hay nadie en la plantilla que pueda reparar esos 50 goles de media que hacía el portugués. Su balance de blanco refleja su carácter de depredador: tras sus nueve años en el Madrid, se marchó como máximo goleador de la historia del club (450 en 438 encuentros), fue Pichichi de LaLiga en tres temporadas, marcó más de 50 goles en seis años, se convirtió en máximo goleador de la Champions (120, 105 como madridista). Pero este verano se marchó del Madrid a cambio de 100 millones de euros. El vestuario ya no oculta que esa salida ha mermado los poderes del equipo. “Cristiano hizo mucho, el sol no se tapa con un dedo”, sentenció Keylor tras caer ante el CSKA.
Cierto que el portugués no jugó contra el Roma y el Madrid brilló, pero es innegable que su salida ha colocado al ataque blanco en el umbral de la pobreza. Una pérdida de potencial que el Madrid la inició en 2017 cuando vendió a Morata y James Rodríguez (también a Mariano aunque su puesto lo ocupó Mayoral). Entre los dos contribuyeron a 31 goles en la 2016-17. Formaban parte de aquello que se denominó Segunda Unidad, pero acabaron saliendo en busca de más protagonismo. Morata, segundo máximo goleador de esa temporada (20 tantos en 1.872 minutos) sólo por detrás de Cristiano, fue traspasado al Chelsea por 80 millones de euros. Se vio obligado a permanecer a la sombra de un Benzema que jugó sin importar si estaba bien físicamente o no, pese a marcar menos tantos que él (19). Al final, Morata, que dio con sus goles 13 puntos al Madrid, optó por salir a la Premier.
Una semana antes, la entidad decidió mandar a James al Bayern. El colombiano, fijo con Ancelotti y menguante con Zidane, es un centrocampista con gol y así lo demostró en sus años de blanco. Marcó 36 tantos en tres temporadas. En la última como madridista, la 2016-17, hizo 11, que le situaron como el cuarto máximo goleador de aquel Madrid tras Cristiano (42), Morata (20) y Benzema (19)… Esa aportación en ataque no ha bajado en el Bayern. La pasada campaña marcó más goles en la Bundesliga (7) que Benzema en LaLiga (5). En total sumó ocho tantos en 2.643’ (uno cada 330’) por los 12 de Karim en 3.237’ (uno cada 269’). Una pérdida de goles y de talento que el Real Madrid, tal vez soñando con los fichajes de Neymar o Mbappé o condicionado por una política de ahorro para el nuevo estadio (Florentino endeudará al club en 575 millones), no ha compensado.