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JUSTICIA DEPORTIVA

El Tribunal Europeo de Derechos Humanos examina mañana martes la independencia del TAS

La decisión sobre los casos del futbolista Adrian Mutu y la patinadora Claudia Pechstein podría poner patas arriba los fundamentos del Tribunal de Arbitraje Deportivo.

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El Tribunal Europeo de Derechos Humanos examina mañana martes la independencia del TAS
FABRICE COFFRINIAFP

El juez será juzgado. El TAS, al que en los últimos años se han encomendado Barça, Real Madrid y Atlético en sus conflictos con la FIFA, tiene una cita mañana ante otra corte judicial. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo, informa Iusport, examinará mañana uno de los pilares del Tribunal Arbitral del Deporte: su independencia. Sobre la mesa, dos expedientes: el caso Mutu y el caso Pechstein. Una sentencia en contra del TAS podría obligar a una profunda reforma en su estructura y funcionamiento, puestos en jaque el pasado 28 de agosto por otro tribunal europeo. Entonces, a raíz del caso Searing, la Corte de Apelación de Bruselas declaró ilegal el "arbitraje forzado" que al que FIFA, UEFA y otras federaciones deportivas internacionales someten a los clubes y abrió una vía para recurrir ante la justicia ordinaria.

El primero de los casos afecta al fútbol y se remonta al año 2004, cuando siendo jugador del Chelsea el rumano Adrian Mutu dio positivo en un control antidopaje. A raíz del mismo, el club londinense rescindió el contrato de Mutu, que inició un largo proceso judicial para reclamar la improcedencia de dicho despido y evitar tener que indemnizar al Chelsea con 17 millones de euros. El jugador perdió el caso en el TAS y en septiembre de 2009 recurrió ante el Tribunal Federal de Suiza, solicitando la nulidad de la decisión del TAS por la falta de independencia de dos de los tres jueces-árbitros que intervinieron en su caso, uno de los cuales tendría vinculación con el Chelsea. Mutu perdió también ante la justicia ordinaria del país helvético y trasladó el caso al TEDH.

El otro caso, que data de 2009, también tiene su origen una sanción por dopaje, el de la patinadora alemana Claudia Pechstein, a quien la ISU (Unión Internacional de Partinaje) castigó con dos años. En noviembre de 2009 el TAS confirmó su sanción y la deportista recurrió al Tribunal Federal de Suiza. Como Mutu, Pechstein alegó la falta de independencia e imparcialidad del órgano disciplinario del deporte internacional y, también como Mutu, perdió y acudió al TEDH.

De los tres jueces que intervienen en cada caso que llega a manos del TAS, cada parte designa a uno de los árbitros y el tercero, que ejerce de presidente, es elegido por los dos anteriores de una lista cerrada de tres personas propuesta por el TAS. Un mecanismo de selección que ya fue cuestionado en 2015 por FIFPro, el sindicato mundial de futbolistas, al carecer de transparencia.

Si el Tribunal Europeo de Derechos Humanos falla a favor de los casos de Mutu y Pechstein y declara que la independencia del TAS no está garantizada, la decisión del TEDH tendría alcance general y obligaría a la mayor revisión del sistema del TAS en un cuarto de siglo.