“Manel Casanova me dijo que si me centraba, no tendría techo”
El inolvidable Manel Casanova, el director de La Academia que trajo a Ontiveros a La Rosaleda, le dio consejos fundamentales.
Javi Ontiveros, el jugador del momento.
He empezado muy bien, con mucha confianza y apretando.
¿Esperaba esto?
Al principio de la Liga no esperaba para nada esto. Con trabajo, esfuerzo y sacrificio todo llega.
¿Dónde aprendió a regatear con ese arte?
En la calle. De siempre he jugado en la calle con los amigos, desde que tenía cinco o seis años. Ahí empecé a regatear.
La calle es buena escuela.
Sí. Y no como ahora que los niños están liados con la Play, el Fortnite y todo eso. Antes era la calle, un balón, dos botellas para las porterías y a jugar.
¿Sigue marcándose partidos callejeros?
Cuando voy con mis primos y mis amigos, sí. Si ellos salen a la calle, no juego como antes pero estoy con ellos. Yo soy el de siempre y no he cambiado porque sea futbolista. Nunca cambiaré.
¿Siempre extremo?
Extremo o mediapunta. Prefiero jugar de extremo izquierda, recibir entre líneas y meterme por dentro, aunque soy diestro.
¿En qué futbolista se ha fijado para perfeccionar su regate?
Mi ídolo siempre ha sido Ronaldinho. Se metía entre líneas, jugaba por la banda izquierda y era buen regateador.
¿Dónde es más complicado regatear, en el fútbol o en el mercadillo?
En el fútbol es mucho más fácil. Cada cual tiene sus características y yo tengo buen regate y velocidad.
Siendo juvenil marcó un golazo desde medio campo.
A Las Palmas en la Copa de Campeones. Desde el centro del campo. Si tengo ocasión trataré de repetirlo.
El comienzo de Liga ha sido muy positivo. Cinco victorias y líderes.
Un comienzo muy bueno. Lo importante es que hemos encajado muy pocos goles. Lo importante es tener la portería a cero y hacer buenos partidos.
¿Dijo ¡tierra trágame! tras aquel balón que perdió en Lugo y que terminó en gol?
Sí que lo pensé. Se me vino el mundo encima. Pero menos mal que el equipo remontó y ganamos el partido.
¿Hubo bronca de Muñiz?
No me echó la bronca. Me sentó mal que me quitara en el descanso. Pero él lo vio oportuno.
Contra el Alcorcón tuvo grandes minutos, dio un gol a Leschuk y… le expulsaron. Cara y cruz.
Salí enchufado. Pero luego, para cortar una jugada por el bien del equipo, lo hice de una manera que no debía. Me expulsaron.
Un tipo de sangre caliente.
La verdad es que sí, soy de sangre caliente. Siempre he sido y seré así.
¿Lleva mejor el tema de la disciplina?
Sí, mucho mejor. Estoy más centrado y también con la confianza que faltaba.
Este es un tren que no puede dejar escapar.
¡Claro! He dejado pasar varias oportunidades y por un lado o por otro lo pasaba mal. Estoy muy centrado y capacitado para no dejar pasar este tren.
¿Le dejó claro Muñiz que esta sería la última oportunidad?
No me dio ningún tipo de toque. Habló conmigo y me dijo que confiaba mucho en mí y que si yo estaba al cien por cien iba a ser pieza clave en el equipo.
¿Qué tal le fue en Valladolid?
Desde el primer día que llegué me acogieron muy bien y empecé jugando. Después me lesioné, llegó el míster nuevo (Sergio González) y como el equipo estaba hecho era más complicado entrar.
¿Qué tal con Sergio?
Me dio muchos consejos. Con su llegada le dio otro aire al vestuario.
¿Ha vuelto de Valladolid mejor futbolista?
He vuelto con más confianza porque allí tuve muchos minutos. Más maduro.
Javi Gracia le dio la alternativa en el primer equipo.
Cuando me llamaron no me lo podía ni creer. Debuté en Cornellà contra el Espanyol. Estaba muy nervioso.
¿Se acuerda de su golazo al Deportivo?
¿Cómo no lo iba a recordar? Muy bonito. Es uno de mis mejores recuerdos como jugador porque fue mi primer gol
Le gusta tirar las faltas.
Siempre he tirado las faltas en el juvenil y en el Malagueño. Lo que pasa es que aquí había gente veterana. Y para no discutir pues les dejaba que le pegaran ellos (risas).
¿En quién se fija cuando tira una falta?
En Cristiano Ronaldo. Me gusta pegar al balón igual que él. Me fijo en cómo pone el cuerpo y así la ejecuto yo.
¿Cómo ha sido su trayectoria como futbolista?
Empecé en el Vázquez Cultural de Marbella en infantiles. Ya en infantil autonómico me fui al Betis. En cadete de segundo año me vine para el Málaga. Me fichó Manel Casanova. Ha sido fundamental para mí. Su muerte fue un palo muy duro para mí y mi familia. Hablaba mucho con él. Cuando me operé en Barcelona estuvo viéndome.
¿Cuál fue el mejor consejo que le dio?
Que centrara la cabeza. Me dijo que si centraba la cabeza no tendría techo para llegar donde yo quisiera.
¿Qué tiene Muñiz como entrenador?
Ha hecho muy buen equipo y vestuario. Estamos todos arropados con él. Es muy exigente y serio, que es lo que le hacía falta al equipo. El míster dice que el que no trabaje no va a jugar. Por eso me tengo que esforzar para seguir jugando.
Lleva dos asistencias de gol, y las dos se las ha dado a Blanco Leschuk.
Es un fenómeno. Es un excepcional delantero. Me he sorprendido con él porque hacía tiempo que no veía a un delantero así de fuerte, que la protegiera tan bien y que tuviera mucho gol.
¿Es el futbolista que más le ha sorprendido?
Además de Blanco Leschuk, N’Diaye. Tiene un poderío físico descomunal. Nunca había coincidido con tantos jugadores de ese poderío. N’Diaye se nota en el centro del campo. Es muy bueno para el equipo y el vestuario.
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