Rayo y Espanyol se reparten el botín de un duelo loco y parejo
Los franjirrojos puntuaron por primera vez en Vallecas este curso y duermen fuera del descenso, mientras que los espanyolistas se mantienen en puestos europeos. No pudieron dar el zarpazo a la cabeza de la tabla.
Vallecas se situó a medio camino entre el cielo y el infierno. El Rayo puntuó por primera vez este curso ante su público, mientras que el Espanyol no pudo asaltar la cabeza de la clasificación. Ambos se repartieron el botín en un duelo vibrante e igualado que mantiene a los catalanes en puestos europeos y permite a los madrileños dormir fuera del descenso.
Sobre el tablero dos propuestas similares, de toque, aunque el Rayo movió ficha primero. Trejo recuperó un balón en la medular y su pase entre líneas terminó en De Tomás, quien controló el esférico, se lo acomodó y adelantó a los locales con un zurdazo colocado y lejano. No se achicó el Espanyol, al contrario, se volcó en el área rival y no tardó ni quince minutos en igualar la partida. Alberto paró una embestida de Hermoso, pero Borja Iglesias olisqueó y cazó el rechace.
Los pericos encontraron un filón en la conexión entre Dídac y Sergio García, por su ala izquierda, mientras los franjirrojos trataban de desenmarañarse de la presión visitante. Aunque la pelota era de dominio vallecano, el peligro vestía de blanquiazul, con Borja Iglesias merodeando por el área y obligando a Alberto a estar alerta. El Rayo se iba metiendo entre fogones, intentando cocinar el 2-1, cuando le cayó el 1-2. Segundos antes de que expirase la primera mitad, Sergio García disparó y la bola impactó en el cuerpo de Abdoulaye, una bala perdida que Granero no desaprovechó dentro del área. Gol y descanso en un choque sin tregua.
No bajaron las revoluciones en la segunda mitad. Dídac cometió penalti sobre Advíncula y Kakuta puso las tablas con un trallazo que acarició el travesaño. A partir de ahí, más nervios e imprecisiones españolistas ante un Rayo más entonado que en los primeros 45 minutos. Aun así Dídac erró una clara ocasión, mandando al exterior de la red un testarazo.
Era el momento de introducir cambios para Míchel y Rubi. Surtieron efecto. Embarba intentó la vaselina y obligó a la estirada a Diego López, luego el extremo remató con una tijera y Hermoso la sacó bajo palos. Justo después, otro ¡uyyy! en Vallecas. Un cabezazo de Comesaña se marchó fuera.
Ambos conjuntos perseguían decantar la balanza. Alberola Rojas pitó penalti de Embarba a Hernán en el 91’, pero el VAR lo rectificó: la falta era fuera. Final de infarto a un combate loco. Vallecas en estado puro.