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REAL MADRID-ATLÉTICO

El derbi de Courtois: el exatlético más madridista

En su casa de Bree tenía una bandera del Bernabéu. De rojiblanco, lanzó en la celebración de la Copa de 2013 un cántico contra el madridismo.

Courtois.
JESUS ALVAREZ ORIHUELADIARIO AS

Courtois al fin vivirá un derbi desde el lado que soñaba de crío. El del Real Madrid. Sus 111 partidos en el Atlético, cedido por el Chelsea, no le hicieron cambiar su pasión inicial. “Estoy donde siempre he querido estar, no os imagináis lo que he luchado por jugar en el Madrid”, dijo en su presentación. Por si había dudas. Courtois se enamoró del Madrid en la visita del equipo blanco al Anderlecht en la Champions, en 2001. Casillas voló y voló. Y Courtois, con apenas 10 años, se compró una camiseta de Iker. Desde entonces, madridista hasta hoy.

Hay pruebas gráficas de ello. En un reportaje en la televisión belga TLV mostraba su habitación en Bree, cuando el cancerbero iba a debutar con el Genk, allá por 2011, y en una pared se podía ver una bandera del Santiago Bernabéu. Un portero entre dos aguas, con cuitas con ambas aficiones. Ni madridistas ni atléticos se olvidan de la celebración del belga tras la final de la Copa del Rey de 2013, conquistada por el Atlético en el mismísimo Bernabéu. En la recepción en el balcón del Ayuntamiento, Courtois pidió el micrófono para lanzar un cántico de pésimo gusto: “¡Salta, salta, salta… pequeño canguro, y a los madridistas que les den por el c…!”. Los atléticos no le perdonan el fichaje por el gran rival. Su estrella en el paseo del Wanda Metropolitano ha sufrido la misma suerte que la de Hugo Sánchez.

Courtois, de niño, con una bandera del Madrid en su habitación.
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Courtois, de niño, con una bandera del Madrid en su habitación.

Pero aún no había llegado el momento más morboso, el de verle contra el Atlético en un derbi. En Tallin, recién llegado, se quedó en la grada y Keylor fue el titular. Esta vez, aunque no hay rotaciones fijas con Lopetegui, como desveló el propio portero belga esta semana, Courtois apunta a titular. Enfrente, su sucesor en el Calderón y aspirante a arrebatarle el galardón de mejor portero del mundo que ganó en la gala del The Best. Oblak llega al Bernabéu con mejores números (encaja 0,87 goles por partido, Courtois, tras el desastre en el Pizjuán, ha subido su promedio a 1,25 por encuentro) aunque Courtois promedia más paradas que el esloveno (3,2 a 2,2). Un derbi de porteros con Courtois, al fin, en casa.