CARABAO CUP | LIVERPOOL 1-CHELSEA 2
Hazard conquista Anfield
Sturridge adelantó al Liverpool, pero el Chelsea le dio la vuelta al marcador gracias a los tantos de Emerson y del belga, el de este último bellísimo.
No hay otra explicación, Hazard no es belga… es de otro planeta. El 10 del Chelsea apareció por el campo pasada la hora de juego, se encontró con el gol de Sturridge nada más pisar el campo, y lideró la remontada de los suyos en los diez minutos finales. Al gol de Emerson aprovechándose de un rechace le sumó una jugada para enmarcar en la que se inventó dos caños, se asoció con compañeros, se deshizo de tantos rivales como le salieron al paso y fusiló a Mignolet para culminar una remontada que les da el pase a la siguiente ronda de la competición (1-2).
Eso sí, ambos equipos salieron marcados por las sustituciones, alineando a prácticamente todos sus banquillos en lo que es una constatación más de que la Copa Carabao, por mucho que se enfrenten dos gigantes como estos, no tiene valor alguno salvo para el ganador. En cualquier caso las rotaciones dejaron abierta la posibilidad, por ejemplo, a que Fabinho tuviese su primera titularidad con los reds, o a que Morata tuviese una nueva oportunidad como titular. Como el partido se va a reeditar en liga este mismo sábado en Londres, aunque esta vez con los onces de gala, el español tenía que ganarse hoy el estar ahí. Y de alguna manera, aunque sin gol, lo hizo. En la primera mitad estuvo participativo, sabiendo que debía aprovechar su oportunidad, e incluso estuvo a punto de marcar dos tantos de no ser por Mignolet, pero a Morata, que hace todos los movimientos bien para que lleguen las oportunidades, le está fallando la definición.
Por parte de los locales, Keita se reivindicó tras las dudas que había despertado últimamente, Shaqiri se confirmó como un perfecto revulsivo y Sturridge falló un gol clamoroso a los 20 segundos de que comenzase la segunda mitad. Un error clamoroso de Christensen le dejó absolutamente solo, con espacio y tiempo para pensar ante Caballero, que estaba firmando un partido fantástico hasta ese momento, y, tras regatearle, se olvidó de donde estaba la portería mandando el balón fuera. Poco después a Mané le regalaron una similar y tampoco consiguió embocarla aunque esta vez intervino el pie del guardameta argentino.
El partido cogía ritmo, y cuando eso sucede, y sobre todo en Anfield, el Liverpool es el beneficiado. El intercambio de golpes es la especialidad del equipo de Klopp, sobre todo ahora que sabe encajarlos mucho mejor y apenas recibe goles, y a Sarri debió picarle un poquito en el orgullo y decidió dar entrada a Hazard. Pero la llegada del as de corazones de la baraja blue, lejos de revolucionar a los suyos, sólo sirvió como redoble para el tanto de Sturridge de rebote en semi chilena tras el disparo de Keita.
Parecía que estaba hecho para los actuales líderes de la Premier, pero a falta de diez minutos para que terminase el partido Emerson consiguió rematar a gol tras un rebote que nació de un lanzamiento directo. De hecho el VAR, que en las copas sí que se utiliza en Inglaterra, a punto estuvo de anular el tanto y el árbitro tuvo que acercarse a verlo. Con el Chelsea desatado y el Liverpool deshaciéndose como siempre en los minutos finales, tuvo que aparecer la magia de Eden Hazard para desequilibrar el partido. Una jugada maravillosa del belga sirvió para culminar una serie de regates, asociaciones, caños y todo lo que se le ocurrió en 15 segundos, para darle la vuelta a la eliminatoria.