Riazor debe ser la rampa de despegue para el Deportivo
Tras un inicio en el exilio, el equipo blanquiazul jugará en casa tres de los próximos cuatro partidos. Recibe a Granada, Málaga y Elche.
No se han caracterizado Natxo González ni Carmelo del Pozo por ser hombres de excusas, al menos por ahora. Pero si en algún momento se han visto tentados a la justificación, empezar con cuatro de las cinco primeras jornadas fuera de casa ha sido el paño caliente más utilizado. Y seguramente con razón, aunque más allá del apagón de la semana pasada el arranque del Deportivo haya sido digno.
Tan comprensibles serían esas justificaciones, como el hecho de que el próximo mes se presenta clave para que el equipo blanquiazul alce el vuelo con el estadio de Riazor como rampa propicia de despegue. La dinámica cambia y el Depor disputará al amparo de su afición tres de las próximas cuatro jornadas. Empezando por el lunes ante el Granada y siguiendo por el Málaga y el Elche, con el único paréntesis de la visita al Nàstic en el último fin de semana de este mes.
El nerviosismo ya empieza a manifestarse en parte de la afición y por ello cobrarán si cabe más importancia los duelos con los dos equipos andaluces. Porque el conjunto nazarí le saca tres puntos ahora al Depor y marca con Las Palmas el límite del ascenso directo. Mientras que los de La Rosaleda, que precisamente se miden a los canarios ya esta semana, se han mostrado intratables hasta ahora y tendrán en su paso por A Coruña una buena piedra de toque.
Se repetirá la presencia de andamios y los huecos en las gradas de Riazor
Lamentablemente, y como ya ocurrió contra el Sporting de Gijón, el lunes las miradas de los espectadores no estarán puestas exclusivamente en el césped. Porque los fondos del estadio herculino volverán a presentar andamios por las obras de las cubiertas y, por lo tanto, se repetirán los huecos en las gradas blanquiazules. El club ya ha anunciado que tendrá que reubicar a 1.036 abonados más para el partido ante el Granada, que se sumarán a los ya 8.500 que habían tenido que cambiar su localidad hace unas semanas.
Aunque el resultado contra el conjunto asturiano fue positivo, tanto los jugadores como el propio Natxo González han reconocido que la experiencia fue extraña. De todas formas, desde el gobierno municipal son optimistas con el ritmo y, según informó la SER, confían en que Riazor esté completamente operativo para el encuentro con el Málaga el próximo 7 de octubre.
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