Estrellas y estrellados que el PSV vendió al Barça: Romario, Zenden...
Hasta 11 jugadores han militado en ambos equipos. El primero en llegar al Camp Nou fue Koeman. Raiziger y Kuivert recorrieron el camino contrario.
El extremo mexicano del PSV Irving ‘Chucky’ Lozano aseguró ayer que el Barça, con el que se enfrenta en la Champions esta tarde en la fase de grupos, se interesó por él. Y no es extraño que así sea. El Barça siempre se ha fijado en el mercado holandés y a lo largo de su historia ha hecho varios negocios con su rival de hoy. Hasta en siete ocasiones el Barça le compró un jugador al PSV, con desigual resultado. Y hasta once jugadores han militado en ambos equipos Algunos brillaron y otros fracasaron.
El primer jugador que el Barça fichó del PSV fue Ronald Koeman. Cruyff lo contrató para sacar el balón jugado desde atrás y explotar sus grandes diagonales. Estuvo en el club de 1989 hasta 1995. Disputó 192 partidos y marcó 67 goles. El más importante, el de la final de Champions de 1992, la primera en la historia culé. Su histórico lanzamiento de falta tumbó a la Sampdoria en Wembley y acabó con una maldición. Luego estuvo de segundo entrenador y a veces se le ha citado como candidato al banquillo en épocas de movimiento.
Luego llegó Romario. El delantero brasileño fue fichado en 1993 a sus 27 años. Firmó por tres temporadas, con opción a una cuarta, tras negociar con Joan Gaspart, por aquel entonces vicepresidente. El Barça pagó 125 millones de pesetas por cada una de las temporadas (unos 750.000 euros). Romario impresionó. Marcó 39 goles en 65 partidos distribuidos en temporada y media. La primera temporada ganó una Liga, dejó una cola de vaca a Alkorta para la posteridad y fue Pichichi, pero la pérdida de la final de Champions en Atenas ante el Milán (4-0) pasó factura en un año en el que el Barça también se dejó la Supercopa ante el Madrid y en la que fue eliminado estrepitosamente de la Copa. Romario comenzó la campaña siguiente con desgana y, tras perder en el Bernabéu 5-0 ante el Madrid en enero, no regresó.
A continuación fue el turno de otra leyenda: Ronaldo. El brasileño, con sólo 18 años, recorrió el mismo camino que Romario años más tarde. Había marcado 54 goles en 57 partidos en Holanda y ya deslumbraba en las categorías inferiores de la canarinha. El Barça pagó por él 2.500 millones de pesetas tras negociar Joan Gaspart en Miami por él. Le pusieron una cláusula de 4.000 millones y fichó por seis temporadas. En el Barça hizo una temporada memorable con 47 goles en 49 partidos. Ganó la Copa y la Recopa (gol incluido en la final) pero se le escapó la Liga en favor de Capello. A final de temporada, por sorpresa, se marchó al Inter de Milán tras el pago de su cláusula. Dejo un vacío en el barcelonismo que luego se acentuó años más tarde tras su fichaje por el Madrid.
El siguiente jugador del PSV en vestir de azulgrana fue Philippe Cocu. El centrocampista no fue tan brillante como Romario o Ronaldo, pero mucho más leal a su palabra. Militó seis temporadas en el club y llegó a ser capitán. Se lesionó de gravedad una rodilla y aun así llegó a ampliar su contrato por su buen rendimiento. Volvió al PSV tras no llegar a un acuerdo para continuar, pero dejó unos números espectaculares con 293 partidos disputados y 37 goles. Fue el líder del clan holandés que dirigió Van Gaal.
La nueva experiencia en el Barça con un jugador del PSV fue la de Zenden. Y el extremo, por el que el Barça pagó 1.000 millones de pesetas, no fue la esperada. Formado en la cantera del PSV, marcó sólo tres goles en casi cien partidos pese a que jugaba en el ataque. Nunca se hizo con la titularidad, pero llegó a ganar una Liga antes de poner rumbo al Chelsea, donde tampoco tuvo demasiada suerte. Ahora es el entrenador de los delanteros del PSV al formar parte del cuerpo técnico de Van Bommel.
Precisamente Van Bommel fue el siguiente en llegar. Y éste sí que fue un fichaje redondo. El ahora entrenador del PSV llegó con experiencia, tras trece temporadas en Holanda. No costó nada porque acababa contrato. Fue titular, ganó cuatro títulos como la Liga, dos Supercopas y la Champions y acabó siendo vendido al Bayern por seis millones de euros, donde fue con la misión de suplir a Ballack. Lo malo es que firmó por tres temporadas y salió de mala manera al final de la primera. Jugó de titular la final de la Champions en París ante el Arsenal, pero con 0-1 en contra fue sustituido y el Barça le dio la vuelta al marcador. Se confirmó aquella noche que su estilo no casaba con el del equipo de Rijkaard y que el centro del campo pedía más la genialidad de Iniesta, revulsivo mágico aquella noche, que su músculo.
Afellay tampoco salió como se esperaba. Guardiola le fichó en 2010 por tres millones de euros. El extremo era muy del estilo del entrenador, pero nunca llegó a cuajar pese a tener aportaciones decisivas. Como la de aquella noche de Champions en la que Messi asaltó el Bernabéu (0-2). Afellay tuvo una lesión grave de rodilla y conjugó las cuatro temporadas y media de su contrato con el banquillo y cesiones al Schalke y al Olympiacos. Acabó yéndose al Stoke City sin que la afición culé se tirara de los pelos.
Raiziger y Kluivert, que completaron buenas temporadas en el Barça, recorrieron el camino inverso que los otros cinco holandeses. Después de jugar y ganar títulos en el Barça que precedió al de la Belle Epoque, se marcharon a su país para jugar en el PSV. Raiziger no dejó nada en caja ya que acababa contrato. El club fichó a Belletti en su lugar. Ganó una Supercopa de España, una Copa y dos Ligas. Kluivert, que se convirtió en uno de los grandes delanteros del Barça por suc alidad (1998-2004), acabó saliendo por la puerta de atrás y propiciando la llegada de Etoo. El holandés marcó uno de sus últimos goles en el Bernabéu (1-2). Con el Barça ganó una Liga. Marcó 122 goles en 257 partidos.
Popescu y Gudjohnsen son otros jugadores que militaron en el Barça y el PSV. Sin embargo, llegaron al Camp Nou desde otros clubes. Popescu lo hizo del Tottenham tras pasar cuatro temporadas en el PSV. En Barcelona estuvo dos. Gudjohnsen llegó del Chelsea y militó en el Barça tres años siendo un suplente habitual. Se crió en la cantera del PSV.
Barça y PSV también compartieron un entrenador: Bobby Robson. Una vez que agotó su experiencia como seleccionador de Inglaterra, el técnico británico sustituyó a Guus Hiddink en el PSV. La noticia se filtró antes del Mundial de Italia 90 y varios medios ingleses más sensacionalistas le llamaron traidor. En Holanda ganó la Eredivisie en las temporadas 1990-91 y 1991-92. Robson dejó el club en 1992 y se marchó al Sporting de Lisboa.
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